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¿Por qué la gente habla y aburre a los demás con su sufrimiento?

"La próxima vez que sufras, no te quejes, no conviertas tu sufrimiento en angustia. Más bien, obsérvalo, siéntelo, míralo, obsérvalo desde todos los ángulos posibles. Haz de él una meditación y ve qué ocurre: la energía que se estaba yendo a la enfermedad, la energía que estaba creando sufrimiento se transforma, su calidad cambia. Esa misma energía se transforma en conciencia, porque no hay dos energías en ti, la energía es una. Puedes convertirla en sexo, puedes transformarla y convertirla en amor; puedes transformarla en algo más elevado y que se vuelva plegaria y puedes transformarla en algo aún más elevado y convertirla en conciencia; la energía es la misma.

Cuando sufres, disipas energía, en la angustia disipas energía, produces pérdidas. Cuando sufras, sacúdete. Cierra los ojos y mira el sufrimiento. Sea el que sea --mental, físico, existencial-- , sea lo que sea, míralo, haz de él una meditación. Míralo como si fuese un objeto.

Cuando miras a tu sufrimiento como si fuese un objeto, estás separado, ya no te identificas, el puente se rompe. Y entonces, la energía que iba a pasar al sufrimiento no lo hará, porque ya no hay un puente. El puente es la identificación: sientes que eres el cuerpo, entonces la energía se mueve en el cuerpo. Siempre que sientas una identificación, allí es donde va tu energía...

Siempre que sufras, hazte consciente; entonces, el puente se rompe, entonces no se transfiere energía al sufrimiento. Y poco después, el sufrimiento decrece, porque el sufrimiento es tu hijo. Ha nacido de ti, tú eres su causa; y luego lo alimentas, lo riegas y crece y sufres más. Entonces te quejas, te sientes desdichado, entonces toda tu atención se identifica con tu sufrimiento...

El noventa por ciento del sufrimiento existe porque has asociado algo que te parece bueno con el sufrimiento. Deshazte de esa asociación. Eres el único que puede hacerlo. Deshazte por completo de esa asociación, corta esa asociación por completo. El sufrir es simplemente desperdiciar energía. No te comprometas en eso, no creas que da réditos. Hay una sola forma en que el sufrimiento puede dar rédito y es a través de la conciencia. Vuélvete consciente.

Recuerda cómo deshacerte de la asociación: primero, no hables nunca de tu sufrimiento. Súfrelo, pero no hables de él. ¿Por qué hablas de él? ¿Por qué la gente habla y aburre a los demás con su sufrimiento? ¿A quién le interesa? Pero en cuanto te pones a hablar de enfermedades y angustia, los demás, para no ofenderte, tienen que tolerarte; pero comienzan a escaparse, quieren librarse de ti de alguna manera. Nadie quiere oirte, porque todos tienen demasiados sufrimientos propios. ¿Quién va a molestarse con tu sufrimiento? No hables de él, porque crea asociaciones.

No te quejes, porque cuando lo haces pides afecto, lástima, compasión, amor. No pidas, no vendas tu sufrimiento, recupera lo que invertiste. Sufre privadamente, no lo hagas público...

Sufre en privado, sufre de forma tan privada que nadie se dé nunca cuenta de que sufres. Y luego, medita sobre tu sufrimiento; no lo desperdicies, acumúlalo en tu interior, cierra tus ojos y medita sobre él. Entonces el puente se romperá...

El sufrimiento pertenece al reino de la muerte, la conciencia, al de la vida. Rompe el puente y verás que algo en ti, en torno a ti, va a morirse; que le pertenece a la muerte; y que algo en ti, tu conciencia, no va a morir, es inmortal, le pertenece a la vida. Por eso el sufrimiento puede darte la clave de la vida".

Osho, La semilla de la mostaza
http://osho-maestro.blogspot.com/