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¡Nadie tiene la obligación de cumplir tus fantasías! La gente es real.

          "En tu fantasía las mujeres no transpiran --¿o lo hacen?--  ni se ponen en tu contra ni te riñen. Son doradas, flores dulces y siempre permanecen jóvenes. Nunca envejecen ni se vuelven malhumoradas. Dado que son tus creaciones, si quieres hacerlas reír, ríen. Sus cuerpos no son de este mundo. Pero cuando encuentras a una mujer real, ésta transpira, su aliento puede ser fuerte y es natural que algunas veces esté malhumorada. Además riñe y discute, te lanza almohadas y rompe objetos, y no te permitirá hacer mil cosas. Comienza a limitar tu libertad. Tus mujeres de fantasía no restringían tu libertad.  La mujer real parece una trampa. Y no es tan bella como habías pensado...Es una mujer común, así como tú eres un hombre común. Ni tú satisfaces su deseo ni ella cumple el tuyo. ¡Nadie tiene la obligación de cumplir tus fantasías! La gente es real.
          Debes hacer a un lado tus fantasías, aprender a vivir con la realidad y a ver lo extraordinario en lo común, lo cual es un gran arte. Una mujer no es sólo piel, rostro y proporción. ¡Es un alma! Tienes que intimar con ella, involucrarte en su vida interior, fusionarte y encontrarte con su energía.  La gente no sabe cómo encontrarse y fusionarse; nunca se lo han enseñado. No te han enseñado el arte del amor, y todos piensan que saben lo que es. Tienes el potencial del amor, pero no el arte de amar.
          Has nacido con la capacidad de aprender el lenguaje, pero no con el lenguaje en sí.  Y lo mismo ocurre con el amor: naciste con la capacidad de amar, pero no con el arte de amar, que debe enseñarse y asimilarse.
          Sucede todo lo contrario: te han enseñado el arte de temer y de odiar a la gente. A los cristianos se les ha enseñado a odiar a los musulmanes; a los musulmanes, a odiar a los judíos; a los hindúes, a odiar a los paquistaníes. Y la vida se vuelve una pesadilla.
          Si estás aburrido con tu esposa es porque no sabes cómo entrar en su alma. Puedes entrar en su cuerpo, pero eso se volverá aburrido, será repetitivo. El cuerpo es una cosa superficial. Puedes hacer el amor una vez, dos, tres, y luego conoces su cuerpo y sus contornos. No hay nada nuevo. Comienzas a interesarte en otras mujeres: piensas que deben de ser distintas a tu esposa, al menos debajo de su ropa puedes imaginar algo diferente. Puedes fantasear sobre ellas...
          Pero no puedes fantasear sobre tu esposa; ese es el problema. Puedes fantasear sobre la esposa del vecino, ella te resulta atractiva.
          La gente se aburre con sus esposas y sus maridos, y el motivo es que no entran en contacto con otra alma real. Han sido capaces de hacerlo con el cuerpo, pero no han conseguido el contacto de corazón con corazón, centro con centro, alma con alma. Una vez que sabes  poner en contacto alma con alma, no hay aburrimiento en absoluto. Siempre hay algo que descubrir en el otro, porque cada ser humano es infinito y la exploración no tiene fin...
        ...el problema fundamental es que no decodificas el misterio interior de tu mujer o de tu hombre, y tarde o temprano te hartarás. Entonces te vuelves un mártir --sigue con ello, súfrelo y espera a que la muerte te libere--  o comienzas a satisfacerte con otras personas.  Pero date cuenta de que lo que hayas hecho con tu mujer o con tu hombre lo harás con la siguiente pareja y te aburrirás, y así toda tu vida estarás cambiando de pareja....
          La pintura es fácil, crear poesía es fácil, pero una comunión con la energía de otro, una comunión danzante, es el arte más grande y difícil de aprender.
          El tantra puede enseñar a la gente cómo amar tan profundamente que el amor en sí mismo se vuelve tu religión: un día desaparece tu mujer y ahí está Dios; un  día desaparece tu hombre y encuentras a Dios; un día, en profunda comunión, en profunda experiencia orgásmica,  ambos desaparecen y sólo está Dios y nadie más".

OSHO, El libro de la comprensión. Trazando tu propio camino hacia la libertad
http://osho-maestro.blogspot.com/