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Yo sólo estoy aquí para enseñarles una cosa: a ser libres.

"Una persona no es un lienzo; no puedes dibujarlo como a ti te guste. El hombre y la mujer son divinos. ¿Quién puede cambiarlos? La idea misma de cambiar a alguien es un sacrilegio, es un pecado.

Mucha gente se acerca a mí y me dice: "¿Por qué no impartes una disciplina entre tus sannyasins?". ¿Y quién soy yo para hacerlo?  Yo estoy a su disposición. Les doy todo lo que quieran, pero es su elección y son libres de escoger. Yo sólo estoy aquí para enseñarles una cosa: a ser libres. Sin  interferir. Si quieren quedarse en el mundo, de acuerdo. Si quieren salirse, de acuerdo. Para mí todo está bien. Pero el valor más elevado es la libertad.

No puedes pedirle a un buda que te ayude. Aunque lo haga, su ayuda será pasiva, será una presencia, una puerta. Podrás cruzarla, pero la puerta no te empuja a hacerlo. Ten en cuenta que un maestro nunca te empujará hacia ningún sitio. Te colmará con su presencia y estará a tu disposición de mil maneras, pero siempre tendrás la libertad de elegir, la libertad de ser". 

OSHO, Confianza. Vivir espontáneamente y abiertos a la vida