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Yo no enseño revolución, enseño rebelión, y la diferencia es grande. La revolución es política, la rebelión es religiosa.

Pregunta:

Alguna vez dijiste que éste es un mundo muy hermoso, pero que está en las manos equivocadas. Coincido con todo mi ser. Lo siento así. Pero, ¿cómo podemos detener a esas manos codiciosas que torturan a la naturaleza y esclavizan a los seres humanos si no luchamos y las combatimos? ¿Es necesario destruir lo viejo para construir lo nuevo?

Respuesta de Osho:

Esa es una de las trampas más viejas en las que el hombre ha caído una y otra vez. Sí, digo que el mundo es muy hermoso, pero está en las manos equivocadas: de inmediato tu mente empieza a pensar cómo destruir a esas personas equivocadas, cómo arrebatar al mundo de las manos de esas personas. Más que transformarte a ti mismo, más que transformar tu propia mente, de inmediato comienzas a pensar en términos de política. Yo hablo de religión y tú de inmediato lo interpretas en política.

Y parece lógico, porque parece perfectamente correcto. "¿Cómo podemos detener a esas manos codiciosas que torturan la naturaleza y esclavizan a los seres humanos si no luchamos y las combatimos?"  Pero, si luchas y combates, ¿crees que podrás transformar el mundo y su situación? Al combatir te volverás como esas personas contra las cuales combates; ésa es una de las leyes fundamentales de la vida. ¡Elige con cuidado a tus enemigos! A tus amigos puedes elegirlos sin cautela. No hay necesidad de preocuparse por los amigos porque ellos no tienen tanto impacto en ti como el enemigo. Uno tiene que ser muy cauteloso con el enemigo porque tendrá que combatirlo. Al combatir, tendrá que usar las mismas estrategias, las mismas tácticas, y las usará durante años y años. Y ellas lo condicionarán. Así es como ha ocurrido a lo largo de las eras...

Ahora bien, cuando digo que es un mundo hermoso que está en las manos equivocadas, no quiero decir que empiecen a luchar y a combatir esas manos equivocadas. Lo que quiero decir es que por favor no sean ustedes esas manos equivocadas, eso es todo.

Yo no enseño revolución, enseño rebelión, y la diferencia es grande. La revolución es política, la rebelión es religiosa. La revolución necesita que la gente se organice en un partido, en un ejército, y combata a los enemigos. La rebelión significa que se rebelen como individuos, que simplemente se salgan de todo este asunto. Por lo menos no deben destruir la naturaleza.

Y si más y más personas se vuelven desertoras, el mundo puede salvarse. Ésa sería una verdadera revolución...no política; sería espiritual. Si más y más personas salieran de la vieja mentalidad y sus formas, si más y más personas se volvieran amorosas, no ambiciosas, no codiciosas, si dejaran de interesarse en la política del poder, en el prestigio, en la respetabilidad...

De eso se trata el sannias. Sannias es salir del viejo y gastado juego y vivir tu vida por ti mismo. No es una lucha contra lo viejo, es simplemente salir de las tenazas de lo viejo... y ésa es la única forma de debilitarlo, de destruirlo. Si millones de personas en el mundo sencillamente salen de las manos de los políticos, éstos morirán por sí mismos. No puedes combatirlos. Si los combates, te vuelves un político tú mismo. Si luchas contra ellos, te vuelves ambicioso y codicioso también; eso no va a ayudar.

Sé un desertor. Y tienes una vida breve: tal vez estés aquí cincuenta, sesenta años, no puedes esperar que seas capaz de transformar el mundo, pero puedes esperar que aún puedas disfrutar y amar el mundo.

Usa la oportunidad de esta vida para celebrar tanto como sea posible. No la desperdicies en luchar y combatir...

Por desertores no quiero decir que dejen la sociedad y se vayan a las montañas. Vivan en la sociedad, pero dejen las ambiciones, la codicia, el odio. Vivan en la sociedad y sean amorosos, y vivan en la sociedad como un nadie.

Ésa es la pura esencia del sannias: vivir como un nadie, sin codicia, sin ambición. Y entonces pueden disfrutar y pueden celebrar. Y al celebrar y disfrutar transmitirán las ondas del éxtasis a otras personas.

Podemos cambiar el mundo entero, pero no mediante la lucha, ¡Basta ya! Tenemos que cambiar este mundo celebrando, danzando, cantando, por medio de la música, de la meditación, del amor, no de la lucha...

Ésta es la rebelión que enseño: sal de la vieja estructura, de la vieja codicia, del viejo idealismo. Vuélvete una persona silenciosa, meditativa, amorosa; permanece más en la danza, y luego observa qué ocurre. Alguien, tarde o temprano, se unirá a la danza contigo, y luego más y más personas. Así es como ha ocurrido aquí.

Lao Tse dice que no necesitas salir de tu habitación; todo puede ocurrir viviendo dentro de ella. Pero Lao Tse tuvo que salir. Solía trasladarse en su búfalo de una aldea a otra. Simplemente he seguido su consejo: nunca salgo de mi habitación.  Sólo vivo en mi habitación, y todos ustedes vienen de distintos confines del mundo. ¡Es un milagro! ¿Por qué han venido? Y muchos más están en camino; pronto llegarán. Este lugar va a convertirse en una fuerza tremenda en el mundo, una fuerza transformadora. Va a transformarse en una explosión espiritual...pero no vamos a combatir a nadie ni a luchar contra nadie.

No tengo inclinaciones políticas. Estoy por completo en contra de la política. Sí, lo viejo tiene que cesar para que lo nuevo sea; pero lo viejo tiene que cesar dentro de ti, y entonces lo nuevo estará allí. Y una vez que esté dentro de ti, lo nuevo es infeccioso, contagioso; comenzará a extenderse hacia otras personas.

¡La alegría es contagiosa! Ríe y verás que otros empiezan a reír. Así ocurre con la tristeza: ponte triste y alguien que mire tu cara larga de pronto entristece. No estamos separados, estamos juntos, así que cuando el corazón de alguien empieza a reír otros corazones son tocados... a veces incluso corazones muy lejanos.

Ustedes han llegado de esos lugares lejanos; de algún modo mi risa ha llegado a ustedes, mi amor ha llegado a ustedes. De algún modo, en alguna forma misteriosa, mi ser ha tocado su ser y han venido aquí contra todas las dificultades..."


Osho, Viviendo bajo tus propios términos. ¿Cuál es la verdadera rebelión?