“Siempre hay problemas en el mundo, y el mundo siempre ha estado ahí, y el mundo seguirá estando ahí. Si te pones a solucionarlos: cambiando las circunstancias, cambiando a la gente, pensando en un mundo utópico, cambiando el gobierno, la estructura, la economía, la política, la educación, estarás perdido. Esa es la trampa conocida como política. Así es como mucha gente desperdicia su propia vida. Tenlo muy claro: la única persona a la que puedes ayudar ahora mismo eres tú mismo. Ahora mismo no puedes ayudar a nadie. Esto puede ser sólo una distracción, sólo un truco de la mente. Ve tus propios problemas, ve tus propias ansiedades, ve tu propia mente, y primero trata de cambiarla. Le ocurre a mucha gente: en el momento en que se interesan por algún tipo de religión, meditación, oración, inmediatamente la mente les dice: "¿Qué haces sentado aquí en silencio? El mundo te necesita; hay mucha gente pobre. Hay muchos conflictos, violencia, agresiones. ¿Qué haces rezando en el templo? V...