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En la vida todo es un riesgo.

“Si surge ese impulso de probar cosas nuevas, de aventurarse en nuevos estilos de ser, de emprender un viaje a lo desconocido, ¡síguelo! Nadie obliga a nadie. Incluso cuando la gente te obliga a hacer cosas, tú se lo permites. Eso también es cosa tuya, al fin y al cabo; de lo contrario, ¿cómo puede alguien imponerte algo? Cooperas y luego echas la responsabilidad al otro.

Lo que ha ocurrido, lo has hecho tú. Aunque otros te dijeran que lo hicieras y tú los siguieras, fuiste tú quien los siguió. Podrías haber desobedecido, siempre había la alternativa de ir en contra de ellos, pero decidiste no ir en contra de ellos. Una vez que entiendas esto, que todo lo que haces es tu responsabilidad, entonces te sentirás más a gusto con la vida. De lo contrario, sientes que alguien está tirando, empujando --los padres, la sociedad, esto y aquello-- y que alguien te está imponiendo un "debería". Nadie te impone un "debería", nadie puede hacerlo.


Haz lo que quieras. Si quieres seguirlos, síguelos, pero nunca digas que te han obligado. Nadie puede obligarte. Entonces, arriésgate a no seguirlos. Existen las dos alternativas.


Ambas son arriesgadas.

En la vida todo es un riesgo, incluso respirar es un riesgo: puedes estar respirando algún virus. Estar vivo es un riesgo, beber agua es un riesgo, comer es un riesgo, amar es un riesgo. Todo es un riesgo. No hacer nada también es un riesgo, porque entonces ¿qué sentido tiene estar aquí? Te estás suicidando.


Así que hay que entender una cosa: todo es un riesgo. Ahora es cuestión de tu elección, de tu gusto. Cuando alguien te dice que hagas esto, las dos alternativas están abiertas: hacerlo o no hacerlo. Si no lo haces, perderás algo y ganarás algo. Si lo haces, estarás ganando algo y perderás algo. Así que decide, pero nunca digas que nadie te ha obligado a nada. Nadie puede hacerlo. No está en la naturaleza de las cosas.


Haz lo que te apetezca. Si sientes que tienes que ir a la aventura, vete. Si sientes que quieres seguir siendo un sannyasin, quédate. Si sientes que no quieres seguir siendo un sannyasin, déjalo. Es tu elección y es tu responsabilidad. En ambos casos hay ganancias y pérdidas.


Uno tiene que decidir. No puedes tener ambas cosas. No puedes ser un sannyasin y no serlo al mismo tiempo, eso es seguro. No puedes comer el pastel y tenerlo también…”


Osho, Dance Your Way to God

https://osho-maestro.blogspot.com/