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Es extraño que si eres miserable, nadie te diga nada. En una sociedad miserable, encajas perfectamente bien. Pero donde todo el mundo es miserable, si de repente te pones a bailar desentonas con la multitud... Mi responsabilidad es hacia mi corazón, no hacia nadie más en el mundo.

 Pregunta:

 

AMADO OSHO,


AL LEER TUS LIBROS Y ESCUCHAR TUS CINTAS CUANDO ESTOY SOLO, ME VUELVO INMENSAMENTE FELIZ Y LLORO, LLORO Y BAILO EN SOLEDAD. PERO NO PUEDO EXPRESAR MIS SENTIMIENTOS EN PRESENCIA DE OTROS, AUNQUE DESEO MUCHO HACERLO. POR FAVOR, DÍGAME QUÉ HACER.


Respuesta de Osho:


"Kishor Bharti, es uno de los problemas humanos básicos, porque toda nuestra educación crea una división en nuestra propia mente. Tienes que mostrar una cara a la sociedad, a la multitud, al mundo –no tiene por qué ser tu cara real; de hecho, no debe ser tu cara real. Tienes que mostrar la cara que a la gente le gusta, que la gente aprecia, que será aceptable para ellos -sus ideologías, sus tradiciones- y tienes que mantener tu cara original para ti mismo.


Esta división se hace insalvable porque la mayor parte del tiempo estás entre la multitud, reunido con la gente, relacionándote con la gente... muy rara vez estás solo. Naturalmente, la máscara se convierte cada vez más en parte de ti que tu propia naturaleza.


Y la sociedad crea un miedo en todo el mundo: el miedo al rechazo, el miedo a que alguien se ría de ti, el miedo a perder tu respetabilidad, el miedo al qué dirán. Tienes que adaptarte a todo tipo de personas ciegas e inconscientes. No puedes ser tú mismo. Esta es nuestra tradición básica en todo el mundo, hasta ahora, que a nadie se le permite ser él mismo. Es por esto que ha surgido el problema –es el problema de todos…


En el momento en que el otro está allí, te preocupas menos de ti mismo; te preocupa más cuál será su opinión sobre ti. Cuando estás solo en tu cuarto de baño, te vuelves casi como un niño: a veces haces muecas ante el espejo. Pero si de repente te das cuenta de que incluso un niño pequeño está mirando a través del ojo de la cerradura, cambias inmediatamente: vuelves a ser tu viejo y ordinario yo: serio, sobrio, como la gente espera que seas.


Y lo más asombroso es que tú tienes miedo de esas personas y ellas te temen a ti -todo el mundo tiene miedo de los demás-. Nadie permite sus sentimientos, su realidad, su autenticidad -pero todos quieren hacerlo, porque es un acto muy suicida seguir reprimiendo tu cara original.


Este es el último baile. No estás viviendo; al contrario, simplemente estás actuando. Y como el mundo entero está mirando, tu inconsciente de siglos te retiene -para no expresar, para no salir de la máscara de tu personalidad. Todo el mundo se esconde detrás de algo falso... eso duele.


Ser deshonesto, no ser sincero contigo mismo, es el peor castigo que puedes darte.


Y no vas a hacer algo dañino para nadie -sólo quieres llorar, y tus lágrimas serán de alegría; quieres bailar, y bailar no es un pecado, no es un crimen. Simplemente quieres compartir tu felicidad, estás siendo generoso. Sin embargo, el miedo es que la gente no acepte tu felicidad. Alguien puede decir que es falso, alguien puede decir que es sólo una actuación, alguien puede decir que estás hipnotizado.


Es extraño que si eres miserable, nadie te diga nada. En una sociedad miserable, encajas perfectamente bien. Pero donde todo el mundo es miserable, si de repente te pones a bailar desentonas con la multitud.


Quieres expresar tu alegría pero no tienes el valor suficiente para estar solo... pero en realidad, ¿a quién le importa? Tal vez la gente piense, una vez, que estás un poco loco -como mucho- y una vez que hayan aceptado que estás un poco loco, entonces no hay nada que temer. ¿Y qué hay de malo en que te llamen loco? El mundo ha conocido gente tan hermosa y loca... de hecho, todas las grandes personas del mundo han estado un poco locas -locas a los ojos de la multitud.


Su locura se expresaba porque no se sentían miserables, no tenían ansiedad, no temían a la muerte, no se preocupaban por trivialidades. Vivían cada momento con totalidad e intensidad, y debido a esta totalidad e intensidad, su vida se convertía en una hermosa flor -estaban llenos de fragancia, amor y vida y risas.


Pero esto ciertamente hiere a millones de personas que están a su alrededor. No pueden aceptar la idea de que haz logrado algo que ellos se han perdido. Intentarán por todos los medios hacerte desgraciado. Su condena no es más que un esfuerzo por hacerte desgraciado, por destruir tu baile, por quitarte la alegría... para que vuelvas al redil.


Hay que armarse de valor. Y si la gente dice que estás loco, disfruta de la idea. Diles: "Tienes razón; en este mundo, sólo los locos pueden ser felices y alegres. Yo he elegido la locura con la alegría, con la dicha, con la danza; tú has elegido la cordura con la miseria, la angustia y el infierno: nuestras elecciones son diferentes. Tú sé cuerdo y sigue siendo miserable; déjame en paz en mi locura. No te sientas ofendido; yo no me siento ofendido por todos vosotros, tanta gente cuerda en el mundo, y no me siento ofendido".


Es sólo cuestión de muy poco tiempo. Pronto, una vez que te hayan aceptado como loco, no te molestarán; entonces podrás salir a la luz con tu ser original -podrás dejar todas tus falsedades…


Todo el mundo quiere ser verdadero, porque el hecho de ser verdadero aporta tanta alegría y tanta felicidad, ¿por qué habría de ser falso? Hay que tener el coraje de tener una visión un poco más profunda: ¿Por qué tienes miedo? ¿Qué puede hacerte el mundo? La gente puede reírse de ti; les hará bien -la risa es siempre una medicina, saludable. La gente puede pensar que estás loco... sólo porque piensen que estás loco, no te vuelves loco.


Y si eres auténtico con tu alegría, tus lágrimas, tu danza... tarde o temprano habrá gente que empezará a entenderte, que empezará a unirse a tu caravana. Yo mismo empecé solo en el camino, y luego la gente siguió viniendo y se convirtió en una caravana mundial. Y no he invitado a nadie; simplemente he hecho lo que sentía que salía de mi corazón.


Mi responsabilidad es hacia mi corazón, no hacia nadie más en el mundo. Lo mismo ocurre con tu responsabilidad sólo hacia tu propio ser. No vayas en contra, porque ir en contra es suicidarse, es destruirse a sí mismo. ¿Y cuál es la ganancia? Incluso si la gente te respeta, y la gente piensa que eres un hombre muy sobrio, respetable y honorable, estas cosas no van a alimentar tu ser. No te van a dar una mayor comprensión de la vida y de su tremenda belleza.


Y además, todo el mundo está tan preocupado por sus propios problemas, ¿a quién le importa que te rías, que bailes? ¿Quién tiene tiempo para eso? Es sólo tu mente la que piensa que el mundo entero está pensando en ti. Mi propia experiencia es: todo el mundo está tan abarrotado, preocupado, con el ajetreo de pensamientos sobre sí mismo, su vida, sus problemas... ¿crees que tiene tiempo incluso para mirarte, o para pensar en ti?...


No debería preocuparse en absoluto. Todo el mundo está tan preocupado por su propio mundo, que no tienen tiempo, no tienen energía para preocuparse por ti. E incluso si tienen alguna opinión, es su problema. Tú estás solo en el mundo: solo has venido al mundo, solo estás aquí, y solo dejarás este mundo. Todas sus opiniones quedarán atrás; sólo tus sentimientos originales, tus experiencias auténticas irán contigo incluso más allá de la muerte.


Ni siquiera la muerte puede quitarte tu danza, tus lágrimas de alegría, tu pureza de soledad, tu silencio, tu serenidad, tu éxtasis. Lo que la muerte no puede quitarte es el único tesoro real; y lo que puede quitarte cualquiera no es un tesoro, simplemente te está engañando.


¿Cuántos millones de personas han vivido antes que tú en esta tierra? Ni siquiera sabes sus nombres; que hayan vivido o no, no tiene ninguna importancia. Ha habido santos y ha habido pecadores, y ha habido gente muy respetable, y ha habido toda clase de excéntricos, locos, pero todos han desaparecido -no ha quedado ni un rastro en la tierra.


Tu única preocupación debe ser cuidar y proteger aquellas cualidades que puedas llevar contigo cuando la muerte destruya tu cuerpo, tu mente -porque estas cualidades serán tus únicas compañeras. Son los únicos valores reales, y las personas que los alcanzan -sólo ellos viven; los demás sólo fingen vivir…


Vivir no siempre es vivir. Mira tu vida. ¿Puedes llamarla una bendición? ¿Puedes llamarla un regalo, un presente de la existencia? ¿Te gustaría que esta vida te fuera regalada una y otra vez? Está muy vacía. Debido a su vacío, tus oraciones están vacías. No puedes llenar tus oraciones con gratitud. ¿Gratitud por qué? No haces más que representar papeles en un drama; no eres tú mismo.


Me recuerda... una joven muy hermosa había ido a ver al gran pintor Picasso. Y vio allí una fotografía de Picasso colgada en la pared. Le preguntó a Picasso: "¿Es esa tu fotografía? ¿Eres tú?"


Picasso respondió: "No".


La mujer dijo: "Qué raro. Es exactamente igual que tú. ¿Tienes un hermano gemelo? Es absolutamente igual".


Picasso dijo: "Puede que se parezca a mí, pero no está vivo. Y si fuera yo, habría salido del marco para darte un beso. Ciertamente no soy yo".


¿Eres realmente tú mismo, o sólo pretendes ser alguien que la multitud que te rodea quiere que seas? Por lo que a mí respecta, un buscador de la verdad debe empezar por abandonar todo lo que es falso en él, porque lo falso no puede buscar la verdad. Lo falso es la barrera entre tú y la verdad. Si se abandona todo lo que es falso, no es necesario buscar la verdad -la verdad vendrá a ti. De hecho, sólo son palabras cuando digo: "La verdad vendrá a ti". Cuando todo lo que es falso es abandonado, tú eres la verdad".


Osho, The Hidden Splendor

http://osho-maestro.blogspot.com/