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El amor es como la respiración. Lo que la respiración es para el cuerpo físico lo es el amor para el ser espiritual. Sin respiración el cuerpo muere; sin amor el alma muere.


“No se puede aprender a amar, no se puede cultivar esto. Un amor cultivado no sería amor en absoluto. No sería una rosa real, sería una flor de plástico. Cuando aprendes algo, esto significa que algo viene de afuera; no es un crecimiento interior. Y el amor tiene que crecer interiormente si es auténtico y real.

El amor no es un aprendizaje sino un crecimiento. Todo lo que se necesita de tu parte no es cómo aprender las maneras de amar, sino como desaprender las maneras de no amar. Los obstáculos se tienen que remover, los obstáculos se tienen que destruir; entonces el amor es tu ser natural, espontáneo. Una vez se remueven los obstáculos, cuando se tiran las rocas, el flujo empieza. Ya está allí, oculto detrás de muchas rocas, pero la fuente ya está allí. Es tu propio ser.

Es un regalo, pero no algo que va a suceder en el futuro: es un regalo que se ha producido ya con tu nacimiento. Ser, es ser amor. Ser capaz de respirar es suficiente para ser capaz de amar. El amor es como la respiración. Lo que la respiración es para el cuerpo físico lo es el amor para el ser espiritual. Sin respiración el cuerpo muere; sin amor el alma muere”.

Osho, The Dhammapada: The Way of the Buddha