Un hombre verdadero no puede prometer. Y entre más lo entiendas, menos estarás dispuesto a prometer, porque, ¿cómo puedes prometer? El mañana traerá su propia verdad; ¿cómo vas a poder prometer?
“Sucede en la vida cotidiana: Amas a una mujer y le dices:
¡‘Te amaré para siempre, siempre, siempre’! Pasados unos meses el amor ha desaparecido. Ahora te sientes culpable de
haber prometido que la amarías para siempre. Ahora quieres marcharte, ahora es
imposible estar juntos. Entonces empiezas a sentir que has mentido en ese
momento. No; esa fue la verdad en ese momento. Cuando llega el amor uno se
siente así. Este es el sentimiento del amor, que te gustaría estar para siempre
con esa persona.
Y esto no carece de verdad; es absolutamente cierto. Pero es
una verdad del amor en el momento. Cuando el momento de amor desaparece,
también se lleva su verdad. Ahora no hay amor, por tanto no te lo cuestiones. Y
no estás rompiendo promesa alguna. En realidad un hombre verdadero no puede
prometer. Y entre más lo entiendas, menos estarás dispuesto a prometer, porque,
¿cómo puedes prometer? El mañana traerá su propia verdad; ¿cómo vas a poder
prometer?”.
Osho, What Is, Is, What Ain’t, Ain’t