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Sólo recuerda que eres un observador.

"...no preguntes: "¿Cómo puedo volverme una luz hacia mí mismo?" Ya eres una luz hacia ti mismo, sólo que no estás consciente de ello. Lo has olvidado: tienes que descubrirlo. Y el cómo del descubrimiento es simple, muy simple: un simple proceso de observar tus pensamientos.

Para ayudar a este proceso puedes empezar observando otras cosas también, porque el proceso de observar es el mismo. Lo que observes no es significativo. Observa cualquier cosa y estás aprendiendo a observar. Escucha a las aves, es lo mismo. Un día serás capaz de escuchar tus propios pensamientos. Las aves están un poco más lejos; tus pensamientos, un poco más cerca. En otoño observa caer las hojas secas de los árboles. Cualquier cosa servirá para que te ayude a ser observador pleno. Cuando camines, observa tu caminar. Buda decía a sus discípulos: "Den cada paso observando". Decía: "Observen su respiración". Y ésa es una de las prácticas más significativas para observar, porque la respiración está al alcance las 24 horas del día, dondequiera que estés. Puede que las aves canten un día, puede que no canten al siguiente, pero la respiración siempre está allí. Sentado, caminando o acostado, siempre está allí. Observa entrar y salir el aliento.

No es que se trate de observar la respiración, sino de aprender a observar. Ve al río y observa el río. Siéntate en el mercado y observa a la gente pasar. Observa lo que sea, sólo recuerda que eres un observador. No emitas juicios, no seas juez. Una vez que empiezas a juzgar, has olvidado que eres un observador, te has involucrado, has tomado partido, has elegido: "Estoy en favor de este pensamiento y en contra de ese pensamiento". Una vez que escoges, te vuelves identificado. La observación atenta es el método de destruir toda identificación...

No te identifiques con nada, y poco a poco uno aprende el arte consumado de la observación atenta. De eso se trata la meditación. A través de la meditación uno descubre su propia luz. A esa luz puedes llamarla tu alma, tu ser, tu Dios, cualquier palabra que escojas. O puedes permanecer en silencio, porque no tiene nombre. Es una experiencia sin nombre, tremendamente hermosa, extática, absolutamente silenciosa, pero te da el sabor de la eternidad, de la intemporalidad, de algo más allá de la muerte".

Osho, Viviendo bajo tus propios términos. ¿Cuál es la verdadera rebelión?
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