Cada día se necesita una catarsis....No es necesario enojarte con la persona que despertó tu ira, pero tampoco debes reprimirla. Exprésala en el vacío.
AMADO OSHO:
AUNQUE PODEMOS SER CONSCIENTES DE LA IRA Y EVITAR HACER DAÑO A LOS DEMÁS CON ELLA, LA IRA INTERIOR PARECE PERMANECER EN UN ESTADO LATENTE, Y EN OCASIONES SE DESPIERTA POR SUCESOS EXTERNOS. PARECE IMPOSIBLE DESHACERSE DE ELLA COMPLETAMENTE, PUES ESTÁ PROFUNDAMENTE ARRAIGADA EN UNA MALA EDUCACIÓN TEMPRANA Y EN TODA UNA VIDA DE LUCHA EN EL MUNDO. ¿NO DESAPARECE TOTALMENTE LA IRA SOLO CON LA ILUMINACIÓN? ¿ACASO UN ILUMINADO ALGUNA VEZ SIENTE IRA?
"Lo primero: si sientes ira y crees que es necesario reprimirla, reprímela momentáneamente, porque no tiene sentido enojarse con alguien y así crear una cadena. Entonces él se enojará y se generará más ira, y esto puede continuar incluso durante vidas. Todo tiene una continuidad de causa y efecto; se vuelve una cadena.
Así que, si sientes ira y ves que será destructiva para ti y para la otra persona, sonríe, ponte una cara falsa. Luego ve a tu habitación, cierra la puerta, toma una almohada y golpéala. Escribe el nombre de la persona en la almohada y haz con ella lo que quisieras haber hecho con esa persona. No suprimas la ira en tu interior, porque eso es demasiado peligroso. La ira es veneno, y cuando el cuerpo está listo para pelear, la sangre se llena de veneno; debes descargarlo. Si no lo haces, si no pasas por una catarsis, tendrás que sufrirlo. Puede convertirse en una enfermedad física, puede paralizar tu cuerpo o envenenar tus relaciones, porque aunque no expreses ira, la ira está allí.
Tu jefe te insultó y no pudiste responderle, así que llegarás a casa y buscarás un pretexto para enojarte con tu esposa. Pensarás que ella hizo algo mal, pero eso es solo una racionalización: lo que quieres es alguien más débil que tú, con quien puedas desquitarte. Arrojarás tu ira sobre tu esposa, y ella esperará a que el niño llegue de la escuela. La ira reprimida busca salida hacia el más débil. Ella esperará al niño y encontrará algo —siempre se puede encontrar algo, no hay problema—. Le dirá: “¿Por qué vienes con la ropa sucia?”. Y él siempre llega con la ropa sucia, cada día. Es un niño, no un adulto; no le importa la ropa. Jugar en la tierra le resulta más valioso que mantener la ropa limpia. Entonces la madre golpeará al niño. ¿Y qué hará el niño? Tomará a su perro y lo golpeará, o arrojará su cuaderno a la calle, o hará algo que pueda hacer. De este modo, la ira sigue moviéndose, creando ondas, y un solo hecho se vuelve multidimensional, innecesariamente.
Por eso te digo: no es necesario enojarte con la persona que despertó tu ira, pero tampoco debes reprimirla. Exprésala en el vacío. Ten una habitación en tu casa, tu “cuarto de meditación”, y cuando algo suceda, entra allí y descárgala. Y lo disfrutarás más de lo que imaginas; el ejercicio es hermoso. Al principio parecerá absurdo, pero pronto entrarás en ello y lo disfrutarás. Y la almohada no responderá, no creará ninguna cadena. Por el contrario, la almohada estará feliz de que te hayas relacionado con ella.
Nunca suprimas, pero tampoco crees cadenas. Ésta es la regla: recuerda no reprimir y recuerda no crear una cadena. Una vez que aprendas este arte, podrás liberarte de todas las locuras que surgen dentro de ti, sin causar disturbios en tu vida. Cada día se necesita una catarsis. La vida es compleja, y muchas cosas se acumulan en la mente que deben ser arrojadas. Por eso enfatizo tanto la Meditación Dinámica. No sabes lo que estás haciendo allí. Cuando te sumerges en ella, haces de todo: algunos arrojan ira, otros celos, otros odio, otros tristeza… se arroja toda una vida de sufrimiento.
Hazlo un hábito diario: así como limpias tu cuerpo cada día, limpia tu mente. Es un baño para la mente. Arroja todo, pero no sobre nadie; eso sería violencia. Arrójalo al vacío. Y el vacío es lo bastante grande, el espacio es infinito. No te preocupes por lo que le pase a la almohada o al espacio: nada ocurrirá. Todo lo que arrojes será absorbido, y no habrá respuesta, no se creará ninguna cadena. El acto termina simplemente, no se genera karma. Haz las cosas de tal modo que no generen futuro.
Sea lo que sea que te haya pasado, necesitas alivio, necesitas soltarlo, pero no lo arrojes sobre las personas. Si puedes recordar eso, pronto te darás cuenta de lo absurdo que era descargarlo en otros, cuando bastaba con hacerlo sobre una almohada. Y se siente la misma relajación —incluso más—, porque cuando descargas tu ira sobre alguien, luego sientes remordimiento. Te sientes mal, sabes que no estuvo bien, piensas que hubiera sido mejor no hacerlo. Pero ya está hecho, y no puedes deshacerlo. No hay forma de retroceder al pasado; queda allí para siempre.
Eso es lo que los hindúes llaman la ley del karma: todo lo que haces permanece y ejerce su influencia sobre tu futuro. La catarsis es necesaria, y cada día, a menos que te hayas iluminado. Porque solo el iluminado ya no acumula pasado. Tú todavía lo acumulas, recoges polvo; límpialo cada día. Cada noche, durante una hora, arroja el pasado: lo que te hicieron, lo que hiciste, lo que quisiste hacer… emociones, ira, odio, todo. Déjalo ir antes de dormir.
En Occidente el insomnio se ha vuelto un problema, y también empieza a serlo en Oriente. Y el único problema es este: no sabes cómo liberarte del día. Te persigue, sigue en tu mente, y no puedes detenerlo. No puedes detenerlo a menos que lo arrojes. Quien sufra de insomnio debería intentar esta meditación dinámica por la noche. Antes de dormir, date un baño interior: suelta todo y luego duerme. Te sentirás como un niño otra vez: inocente, libre de cargas. El sueño será totalmente diferente, su calidad cambiará. Pero no suprimas: exprésate, solo que no con personas".
Osho, Vedanta Seven Steps to Samadhi
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