Ir al contenido principal

El amor no puede enseñarse, pero sí pueden crearse situaciones en las que el corazón pueda desarrollarse; y cuando el corazón crece, el amor crece.

 AMADO OSHO:

¿PUEDE ENSEÑARSE EL AMOR? ¿PUEDE ALGUIEN SER EDUCADO EN EL AMOR? ¿PUEDE ALGUIEN SIN CORAZÓN APRENDER A TENERLO?

"Nadie está sin corazón. Tú tienes corazón, pero un corazón que no funciona; está ahí, pero no en actividad. Está como una semilla que aún no ha crecido. El amor no puede enseñarse, pero sí pueden crearse situaciones en las que el corazón pueda desarrollarse; y cuando el corazón crece, el amor crece. Se necesitan situaciones.

El amor no puede enseñarse como las matemáticas. Las matemáticas pueden enseñarse directamente, son informativas; el amor no es así, no es simple información. Debes crecer, debes transformarte; pero pueden crearse las condiciones para ello.

En las antiguas universidades orientales —Nalanda, Taxila— se generaban muchas situaciones donde el amor se hacía posible. Por ejemplo, los niños no aprendían bajo techos ni en habitaciones; siempre estudiaban bajo los árboles, a su sombra.

¿Alguna vez has sentido la diferencia? Siéntate junto a una pared de concreto y luego ve afuera, cierra los ojos, siéntate bajo un árbol, con tu espalda tocando el tronco, y siente la diferencia. Con una pared de concreto detrás solo puedes sentir muerte; todo es inerte, y una situación muerta te vuelve muerto. En cambio, bajo un árbol vivo, al aire libre, donde los rayos del sol danzan, donde florecen las flores y la brisa hace moverse al árbol, sentado allí puedes sentir la vibración de la vida. Cuantas más vibraciones de vida sientas, más empezará a funcionar tu corazón.

Juega con niños y sentirás que rejuveneces. Uno de los secretos para mantenerse siempre joven es jugar con los niños, porque al hacerlo olvidas que eres viejo…

El amor no puede enseñarse; no puedes simplemente leer un libro sobre el amor. Pero un entorno natural, con aves, árboles, animales, donde sientas la vida más intensamente, te ayudará a abrir el corazón. Necesitas estar cerca de personas que amen, porque el amor es contagioso.

Cuando una persona amorosa se acerca, quizá estabas triste antes, pero al llegar ella —feliz, amorosa—, la tristeza desaparece, como si una nube se apartara y el sol volviera a brillar. Lo sientes. Si te sientas con alguien triste, en pocos minutos sentirás que la tristeza te invade. No somos islas separadas; estamos conectados, y todos nos influimos mutuamente.

Se necesita un ambiente amoroso para enseñar amor. En nuestras escuelas, colegios y universidades no existe tal ambiente. El maestro no está verdaderamente vinculado. En la India, por las viejas tradiciones, al rector no se le llama “vicecanciller”, sino kulapati, “el jefe de la familia”.

En Nalanda había diez mil estudiantes, y el kulapati conocía a cada uno por su rostro y su nombre. Sabía quién estaba enfermo y quién no. Los visitaba, los conocía, los amaba. Era realmente “la cabeza de la familia”...

Leí una carta que me escribieron. Una mujer, perteneciente a una familia teosófica muy religiosa, me decía:

“Cada vez que había un problema en casa —tristeza, ira o conflicto—, mi madre me daba un libro y me decía: ‘Ve y busca en él’. La filosofía del amor divino, El arte de amar… Pero nadie me amó jamás; siempre me daban libros para leer. Leía, sí, pero nunca sentí qué era el amor.”

El amor no puede enseñarse de ese modo; debe crearse un ambiente propicio. El maestro, la familia, la sociedad deben ser amorosos. Solo así un niño aprende a amar.

Se han hecho muchos experimentos: un niño puede crecer sin su madre o sin ser amamantado; podrá estar sano físicamente, pero será incapaz de amar. Si su madre no lo amó, si no sintió el calor de su cuerpo ni sus caricias, jamás podrá amar a nadie; su sensibilidad no se desarrollará.

Así que sé que el amor no puede enseñarse, pero aun así digo que debe enseñarse. Y con eso quiero decir: deben crearse las condiciones, un ambiente donde el amor pueda florecer, donde el corazón pueda empezar a funcionar.

Y recuerda: tienes corazón, pero un corazón que no funciona. Está ahí, esperando activarse; y cuando empiece a hacerlo, serás una persona completamente distinta".

Osho,  Vedanta Seven Steps to Samadhi

https://osho-maestro.blogspot.com/