Ir al contenido principal

Algunas indicaciones que nos permiten reconocer a un maestro iluminado

"Una vez oí decir a un sabio: "Un farsante es esa persona que te manda al infierno con tanto tacto que tú mismo preparas las maletas para irte". Eso es lo que son Da Free y su discípulo Lee Lozowick. Y a pesar de que digo todo esto, recuerda que no estoy enemistado con nadie en concreto. Pero tengo que decirte la verdad aunque vaya en contra de la buena educación, la etiqueta o la cultura. No estoy aquí para enseñarte buena educación, sino para darte con la verdad directamente en el corazón, por mucho que te duela.

En todo el mundo han surgido personas de este estilo. En la India hemos tenido que padecerlas durante muchos siglos, pero el fenómeno de este siglo es nuevo. Los farsantes indios han creado personas parecidas en todo el mundo; son embaucadores que simplemente conocen unos cuantos métodos para manipular a la gente y que esta les crea. Y particularmente ahora que todo el mundo está entrando en una crisis psicológica profunda. En la superficie todo parece estar en calma; probablemente ni siquiera estés pensando en la tercera guerra mundial, en la crisis ecológica, y es posible que no pienses en el sida. Conscientemente, al menos, no te concierne nada de lo que pueda ocurrir mañana a la humanidad, pero, en el fondo, no puedes evitarlo.

Tu conciencia es un individuo independiente, pero tu inconsciente, a medida que vas profundizando, forma parte cada vez más del océano. Por eso, todo lo que ocurre en el alma del cosmos provoca perturbaciones en el inconsciente de todo el mundo...

Pero en una crisis psicológica de este calibre -en la que os encontráis- todo el mundo está hecho añicos por dentro, e intenta no desintegrarse. Y cualquiera que intente enseñarte el camino al más allá te atraerá inmediatamente. No tienes forma, criterio o medida alguna para determinar si esa persona es seria o no, si es auténtica o no. En Oriente, donde esta tradición, tiene más de diez mil años, hemos ido descubriendo, poco a poco, algunas indicaciones que nos permiten reconocer a un maestro iluminado. Espero que estas indicaciones puedan serte útiles.

A un auténtico maestro no le interesan los discípulos, la muchedumbre, estar rodeado de mucha gente. Y no alardea de ello. Sólo atrae a los más inteligentes porque lo que enseña y lo que él es realmente sólo pueden entenderlo las personas muy inteligentes...

La edad mental media de la humanidad es de catorce años. Ahora bien, no puede pretenderse que personas que poseen una edad mental de catorce años lleguen a entender lo trascendental, lo espiritual o lo interior. Están en la edad de jugar al fútbol, de ver combates de boxeo, de sentarse delante del televisor y quedarse pegados a él durante siete horas y media todos los días...

Un maestro no tiene ningún interés en convertirte a un determinado sistema de creencias. Si un maestro se dedica a hacer esto, entonces sólo es un profesor. Y la sabiduría de un profesor es prestada. Puede decir cosas bonitas, pero es como un loro...

Un profesor nunca contradice una determinada corriente ideológica. El maestro, básicamente, es contradictorio, incoherente. Es inevitable que sea así, porque lo que dice no está en sus manos. Está en manos del universo mismo, y él sólo es un vehículo. Sea cual sea la canción que la existencia pone en sus labios, él no puede cambiarla, mejorarla, ni añadir nada. Un maestro es salvaje en el sentido de exponer lo que viene de la existencia tal como es. Nunca es un hombre refinado.

Un maestro no intentará humillarte convirtiéndote en su discípulo. Si te acepta como discípulo, te estará otorgando dignidad e idiosincracia. No te pide nada y te hace entrega de algo que no tiene precio, aunque sea enormemente valioso. El maestro intenta convertirse en un medio, en una presencia, de manera que ni siquiera necesite decirte nada. Simplemente sentándote a su lado, tu corazón empezará a acompasarse, poco a poco, con el del maestro. Y el corazón del maestro está en armonía con el corazón del universo. Si estás en armonía con el maestro, estás en armonía con el universo. La inocencia es lo que distingue a un maestro, y no el ser un entendido".

Osho, Cierra los ojos y lánzate. Escucha el sonido de tu verdad
http://osho-maestro.blogspot.com