"Yo no te prometo nada, no te prometo el Reino de Dios, no te prometo la iluminación..., no hago promesas. Mi enfoque es vivir en cada momento, iluminado o no, ¿qué más da? Vivir en cada momento con alegría, con éxtasis, con totalidad, con intensidad, apasionadamente. Si vives con pasión, el ego se desvanece. Si actúas con totalidad, el ego se esfuma inevitablemente. Es como un bailarín que baila sin parar hasta que llega un momento en el que desaparece el bailarín y sólo queda la danza. Este es el momento de la iluminación. Cuando deja de estar ahí la persona que realiza el acto, cuando el hacedor no está, cuando dentro de ti no hay nadie y sólo queda el vacío y la nada..., esto es la iluminación. Y todo lo que salga de ese maravilloso espacio estará colmado de gracia, será glorioso. El paraíso no es un sitio geográfico, no está en otro lu...