Un rebelde es aquel que vive totalmente de acuerdo a su propia luz, y arriesga todo lo demás por su valor último de libertad.
Pregunta:
Osho, ¿Cuál es su concepto de rebelión y de rebelde?
Respuesta de Osho:
“Mi noción sobre la rebelión y la rebeldía es muy simple: un hombre que no vive como un robot condicionado por el pasado.
La religión, la sociedad, la cultura... todo lo que es de ayer no interfiere de ninguna manera en su forma de vida, en su estilo de vida.
Vive individualmente, no como un engranaje en la rueda, sino como una unidad orgánica. Su vida no la decide nadie más, sino su propia inteligencia. La fragancia de su vida es la de la libertad, no sólo que vive en libertad, sino que permite que todos los demás también vivan en libertad. No permite que nadie interfiera en su vida; tampoco interfiere en la vida de nadie más. Para él, la vida es tan sagrada --y la libertad es el valor último-- que puede sacrificar todo por ella: respetabilidad, estatus, incluso la vida misma.
La libertad, para él, es lo que Dios solía ser para los llamados religiosos en el pasado.
La libertad es su Dios.
Los hombres han vivido a través de los tiempos como ovejas, como parte de una multitud, siguiendo sus tradiciones, convenciones --siguiendo las viejas escrituras y las viejas disciplinas. Pero esa forma de vida era anti-individual: si eres cristiano no puedes ser un individuo; si eres hindú no puedes ser un individuo.
Un rebelde es aquel que vive totalmente de acuerdo a su propia luz, y arriesga todo lo demás por su valor último de libertad.
El rebelde es la persona contemporánea. Las turbas no son contemporáneas.
Los hindúes creen en las escrituras que tienen cinco o diez mil años de antigüedad. Tal es el caso de otras religiones, también los muertos dominan a los vivos.
El rebelde se rebela contra los muertos, toma su vida en sus propias manos. No tiene miedo de estar solo; al contrario, disfruta de su soledad como uno de los más preciados tesoros. La muchedumbre le da seguridad, protección --a costa de tu alma. Te esclaviza. Te da pautas sobre cómo vivir: qué hacer, qué no hacer.
En todo el mundo, cada religión ha dado algo así como los diez mandamientos --y estos fueron dados por personas que no tenían ni idea de cómo va a ser el futuro, cómo va a ser la conciencia del hombre en el futuro. Es como si un niño pequeño escribiera toda la historia de su vida, sin saber en absoluto lo que significa la juventud, sin saber en absoluto lo que significa la vejez, sin saber en absoluto lo que es la muerte.
Todas las religiones son primitivas, crudas --y han estado moldeando tu vida. Naturalmente, el mundo entero está lleno de miseria: no se te permite ser tú mismo. Todas las culturas quieren que seas sólo una copia al carbón, nunca tu cara original.
El rebelde es aquel que vive de acuerdo a su propia luz, se mueve de acuerdo a su propia inteligencia. Crea su camino caminando sobre él, no sigue a la multitud en la superautopista.
Su vida es peligrosa, pero una vida que no es peligrosa no es vida en absoluto. Acepta el desafío de lo desconocido. No se encuentra con lo desconocido que viene en el futuro, preparado por el pasado. Eso crea toda la angustia de la humanidad; el pasado te prepara, y el futuro nunca será el pasado. Tu ayer nunca va a ser tu mañana.
Pero hasta ahora así es como el hombre ha vivido: tus ayeres te preparan para tus mañanas. La misma preparación se convierte en un obstáculo. No puedes respirar libremente, no puedes amar libremente, no puedes bailar libremente --el pasado te ha paralizado de todas las maneras posibles.
La carga del pasado es tan pesada que todo el mundo está aplastado bajo ella.
El rebelde simplemente dice adiós al pasado.
Es un proceso constante; por lo tanto, ser un rebelde significa estar continuamente en rebeldía --porque cada momento se va a convertir en pasado; cada día se va a convertir en pasado. No es que el pasado ya esté en el cementerio --te mueves a través de él a cada momento. Por lo tanto, el rebelde tiene que aprender un nuevo arte: el arte de morir a cada momento que ha pasado, para poder vivir libremente en el nuevo momento que ha llegado.
Un rebelde es un proceso continuo de rebelión; no es estático. Y ahí es donde hago una distinción entre el revolucionario y el rebelde….
El rebelde simplemente sale del pasado y nunca permite que el pasado lo domine. Es un proceso constante y continuo. Toda la vida del rebelde es un fuego que arde. Hasta el último aliento es fresco, es joven. No responderá a ninguna situación según su experiencia pasada; responderá a cada situación según su conciencia actual.
Ser un rebelde, para mí, es la única manera de ser religioso, y las llamadas religiones no son religiones en absoluto…
Un rebelde es aquel que tira a la basura todo el pasado porque quiere vivir su propia vida de acuerdo a sus propios anhelos, de acuerdo a su propia naturaleza --no de acuerdo a algún Buda Gautam, o de acuerdo a algún Jesucristo, o Moisés.
El rebelde es la única esperanza para el futuro de la humanidad.
El rebelde destruirá todas las religiones, todas las naciones, todas las razas --porque todas están podridas, pasadas, obstaculizando el progreso de la evolución humana. No permiten que nadie llegue a su pleno florecimiento: no quieren seres humanos en la tierra --quieren ovejas….
Un rebelde te respeta, respeta la vida, tiene una profunda reverencia por todo lo que crece, prospera, respira. No se pone por encima de vosotros, más santo que vosotros, más alto que vosotros; es sólo uno entre vosotros. Sólo puede afirmar una cosa: que es más valiente que vosotros. No puede salvarte, sólo tu valor puede salvarte. No puede guiarlos, sólo sus propias agallas pueden llevarlos a la plenitud de su vida.
La rebelión es un estilo de vida. Para mí, es la única religión que es auténtica. Porque si vives de acuerdo a tu propia luz puedes equivocarte muchas veces, y puedes caer muchas veces; pero cada caída, cada desvío te hará más sabio, más inteligente, más comprensivo, más humano. No hay otra manera de aprender que no sea cometiendo errores. No vuelvas a cometer el mismo error".
Osho, The Rebellious Spirit