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La existencia puede ofrecerte el paraíso aquí ahora, pero tú lo pospones

     "El hombre necesita un cuerpo mejor, un cuerpo más sano. El hombre necesita un ser más consciente, más alerta. El hombre necesita todo el confort y el lujo que la existencia está dispuesta a entregar.  La existencia puede ofrecerte el paraíso aquí ahora, pero tú lo pospones: lo pospones para después de la muerte.
     En Sri Lanka estaba muriéndose un gran místico, venerado por miles de personas. Sus discípulos estaban reunidos junto a él.  Abrió los ojos; tan sólo le quedaban unos instantes para partir, para partir para siempre.  Todos estaban impacientes en escuchar sus últimas palabras.  Entonces el anciano dijo: "Toda mi vida os he estado impartiendo enseñanzas acerca de la felicidad, el éxtasis, la meditación... Estoy a punto de dejar este mundo, ya no podréis disponer de mí por más tiempo.  Me habéis estado escuchando, pero nunca habéis practicado mis enseñanzas.  Siempre lo habéis dejado para mañana.  Ahora ya no tiene sentido seguir posponiendo, estoy a punto de partir... ¿Hay alguien dispuesto a venir conmigo?".
     Hubo un silencio sepulcral.  Todos se miraban los unos a los otros pensando que, tal vez, aquel hombre que durante cuarenta años había sido su discípulo, quizás él estuviera dispuesto... Pero él, a su vez, miraba a otros; nadie se levantaba.  Un hombre que estaba en las últimas filas alzó la mano.  El místico pensó: "Al menos hay una persona lo suficientemente valiente".
     Pero el hombre dijo: "Por favor, déjame aclararte por qué no me he puesto de pie.  Solamente he alzado la mano.  Quiero saber cómo puedo alcanzar la otra orilla; porque, desde luego,  hoy todavía no estoy preparado. Tengo que acabar de solucionar muchas cosas: acaba de llegar un huésped a mi casa, mi hijo más joven se va a casar, hoy está claro que no puedo ir...porque tú dices que no se puede regresar de la otra orilla.  Algún día, con toda seguridad,  iré y nos encontraremos....Si pudieses explicárnoslo una vez más  -aunque nos lo hayas explicado durante toda tu vida-, sólo una vez más, cómo alcanzar la otra orilla.  Pero recuerda que hoy no puedo ir;  solamente pretendo refrescar mi memoria en espera de que llegue el día adecuado..."
     El día adecuado nunca llega.  Esta no es solamente la historia de este pobre hombre, es la historia de millones de personas, de la inmensa mayoría.  Están esperando a que llegue el momento adecuado, la constelación adecuada... Consultan al astrólogo, consultan al quiromántico... intentando averiguar por diferentes medios qué sucederá mañana.  Nunca sucede nada mañana, nunca ha sucedido.  Es solamente una estrategia estúpida para posponer.  Lo que sucede es siempre hoy".

Osho, De la medicación a la meditación
http://osho-maestro.blogspot.com/