Pregunta:
Si la vida no tiene sentido, ¿por qué esa dialéctica intrínseca de vivir miles de vidas hasta que el entendimiento nos lleve a la iluminación, y después a una existencia no física y después... y después... parece que no se acaba nunca...es la eternidad?
Si no existe alguien o algo que crea un mundo de mil colores místicos, ¿por qué estoy aquí? Yo no he querido formar parte de este juego, ¿o acaso sí? ¿No puede haber simplemente una nada existencial que no tiene nada, y no está dentro de nada?
Respuesta de Osho:
"Es exactamente lo que estás diciendo. Es una nada no existencial, sin nada, ni dentro ni fuera. Yo soy un sueño, tú eres un sueño. No te lo tomes demasiado en serio. Surgimos de la nada como las pompas de jabón, y en la nada desaparecemos. Y no puedes hacerme esa pregunta porque yo no tengo nada que ver con todo esto.
Yo estoy en el mismo barco. Tú me preguntas qué haces aquí, y yo quiero saber qué hago yo aquí. Y esto es lo que tú llamas una pregunta inteligente...
Jesús y San Pedro bajan a la tierra para ver cómo van las cosas. Después de viajar todo el día por el universo, llegan de noche a una vieja granja. Para no asustar al granjero, deciden dormir en el granero.
Jesús dice a Pedro: "Yo dormiré arriba en el pajar y tú quédate aquí. Cuando te pongas cómodo, cántame una nana para que me duerma".
Pedro asiente y empieza a cantar suavemente.
"¡Canta más fuerte!", grita Jesús.
"Pero, Señor -dice Pedro-, el granjero puede despertarse".
"¡Pedro! -pregunta Jesús-, ¿me amas?"
De modo que Pedro se pone a cantar más alto y el granjero se despierta, va al granero y le da una paliza.
"Pedro -dice Jesús- ¿Todavía me amas?"
"Por supuesto -responde Pedro-. Una pequeña paliza no me hará dudar". Así que Jesús le pide que siga cantando. Al cabo de un rato llega el granjero enfurecido, agarra un palo y vuelve a aporrear a Pedro.
Cuando se marcha, Jesús le pregunta: "Pedro ¿todavía me amas?".
Pedro le contesta: "Bueno, quizá podríamos cambiarnos de sitio".
"Muy bien -responde Jesús- si crees que eso aumentará tu amor hacia mí..."
Se intercambian de sitio y esta vez Pedro se pone a cantar muy alto, pensando: "¡Ahora se va a enterar!".
Y, efectivamente, al cabo de un rato llega el granjero enrojecido de cólera, entra en el granero y agarra a Jesús. Entonces se detiene y dice: "No, a este ya le he sacudido antes. Ahora voy a sacudir al imbécil de allí arriba".
La existencia es muy lúdica, muy teatral. No es para hacerse preguntas, sino para vivirla intensamente, con alegría, sin preocuparse en absoluto por su sentido o por qué estamos aquí. Todas esas preguntas parecen muy importantes pero realmente son una tontería.
La existencia es como es. Y no puedes preguntarle a nadie, no hay ninguna oficina de reclamaciones, no hay una oficina de información. Simplemente estamos aquí, nadie sabe por qué. Vamos a pasar este rato lo mejor que podamos. ¿Para qué preocuparnos por cosas innecesarias? Simplemente disfruta y no te preocupes por el parloteo de tu mente.
Todas las preguntas son tontas porque nadie puede responderlas. ¿A quién vas a preguntarlas? Aunque hubiese un Dios ahí sentado entre vosotros, él tampoco sabría decir por qué está ahí sentado. Y podrías preguntarle: "¿Por qué has creado el mundo?". Él te responderá: "¿Y por qué no?". Recuerda que Dios es judío y que los judíos tienen por costumbre... Si les haces una pregunta, te responden con otra. Si le preguntas "¿Por qué has creado el mundo?", él te preguntará "¿Por qué me lo preguntas? ¿Quién eres? ¿Por qué no iba a hacerlo...?"
Es imposible encontrar a alguien con autoridad para responder por qué estás aquí. Todo está bien como está. No hay que ser tan quisquilloso: por qué estoy aquí, por qué estás ahí. Piensa en los que no están aquí, que nunca han estado aquí y que nunca estarán aquí. ¡Esos pobres ni siquiera tienen la oportunidad de preguntar!".
Osho, Cierra los ojos y lánzate. Escucha el sonido de tu verdad
http://osho-maestro.blogspot.com
Si la vida no tiene sentido, ¿por qué esa dialéctica intrínseca de vivir miles de vidas hasta que el entendimiento nos lleve a la iluminación, y después a una existencia no física y después... y después... parece que no se acaba nunca...es la eternidad?
Si no existe alguien o algo que crea un mundo de mil colores místicos, ¿por qué estoy aquí? Yo no he querido formar parte de este juego, ¿o acaso sí? ¿No puede haber simplemente una nada existencial que no tiene nada, y no está dentro de nada?
Respuesta de Osho:
"Es exactamente lo que estás diciendo. Es una nada no existencial, sin nada, ni dentro ni fuera. Yo soy un sueño, tú eres un sueño. No te lo tomes demasiado en serio. Surgimos de la nada como las pompas de jabón, y en la nada desaparecemos. Y no puedes hacerme esa pregunta porque yo no tengo nada que ver con todo esto.
Yo estoy en el mismo barco. Tú me preguntas qué haces aquí, y yo quiero saber qué hago yo aquí. Y esto es lo que tú llamas una pregunta inteligente...
Jesús y San Pedro bajan a la tierra para ver cómo van las cosas. Después de viajar todo el día por el universo, llegan de noche a una vieja granja. Para no asustar al granjero, deciden dormir en el granero.
Jesús dice a Pedro: "Yo dormiré arriba en el pajar y tú quédate aquí. Cuando te pongas cómodo, cántame una nana para que me duerma".
Pedro asiente y empieza a cantar suavemente.
"¡Canta más fuerte!", grita Jesús.
"Pero, Señor -dice Pedro-, el granjero puede despertarse".
"¡Pedro! -pregunta Jesús-, ¿me amas?"
De modo que Pedro se pone a cantar más alto y el granjero se despierta, va al granero y le da una paliza.
"Pedro -dice Jesús- ¿Todavía me amas?"
"Por supuesto -responde Pedro-. Una pequeña paliza no me hará dudar". Así que Jesús le pide que siga cantando. Al cabo de un rato llega el granjero enfurecido, agarra un palo y vuelve a aporrear a Pedro.
Cuando se marcha, Jesús le pregunta: "Pedro ¿todavía me amas?".
Pedro le contesta: "Bueno, quizá podríamos cambiarnos de sitio".
"Muy bien -responde Jesús- si crees que eso aumentará tu amor hacia mí..."
Se intercambian de sitio y esta vez Pedro se pone a cantar muy alto, pensando: "¡Ahora se va a enterar!".
Y, efectivamente, al cabo de un rato llega el granjero enrojecido de cólera, entra en el granero y agarra a Jesús. Entonces se detiene y dice: "No, a este ya le he sacudido antes. Ahora voy a sacudir al imbécil de allí arriba".
La existencia es muy lúdica, muy teatral. No es para hacerse preguntas, sino para vivirla intensamente, con alegría, sin preocuparse en absoluto por su sentido o por qué estamos aquí. Todas esas preguntas parecen muy importantes pero realmente son una tontería.
La existencia es como es. Y no puedes preguntarle a nadie, no hay ninguna oficina de reclamaciones, no hay una oficina de información. Simplemente estamos aquí, nadie sabe por qué. Vamos a pasar este rato lo mejor que podamos. ¿Para qué preocuparnos por cosas innecesarias? Simplemente disfruta y no te preocupes por el parloteo de tu mente.
Todas las preguntas son tontas porque nadie puede responderlas. ¿A quién vas a preguntarlas? Aunque hubiese un Dios ahí sentado entre vosotros, él tampoco sabría decir por qué está ahí sentado. Y podrías preguntarle: "¿Por qué has creado el mundo?". Él te responderá: "¿Y por qué no?". Recuerda que Dios es judío y que los judíos tienen por costumbre... Si les haces una pregunta, te responden con otra. Si le preguntas "¿Por qué has creado el mundo?", él te preguntará "¿Por qué me lo preguntas? ¿Quién eres? ¿Por qué no iba a hacerlo...?"
Es imposible encontrar a alguien con autoridad para responder por qué estás aquí. Todo está bien como está. No hay que ser tan quisquilloso: por qué estoy aquí, por qué estás ahí. Piensa en los que no están aquí, que nunca han estado aquí y que nunca estarán aquí. ¡Esos pobres ni siquiera tienen la oportunidad de preguntar!".
Osho, Cierra los ojos y lánzate. Escucha el sonido de tu verdad
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