El amor implica tener cuidado de la otra persona, tanto en la salud como en la enfermedad. Cuidas a la persona.
“Cuando dos personas sanas se encuentran, la salud se
multiplica. Entonces pueden convertirse en apoyo mutuo para lo supremo. Pueden
ir juntos hacia lo supremo, apoyándose mutuamente; sin embargo la necesidad
desaparece: Deja de ser una necesidad, deja de ser una dependencia.
En Occidente esto está ocurriendo en demasía porque hay un
malentendido básico. Las personas piensan que las relaciones son para cuando
están contentos, bien. Cuando algo anda mal ―incluso en el caso de una
enfermedad física― entonces ¿para qué preocuparse? Encuéntrate otra mujer, otro
hombre; esto me parece muy inhumano. Si esta actitud persiste, el amor no puede
crecer. Entonces aquello que llamas amor no es otra cosa que sexo, porque el
amor implica tener cuidado de la otra persona, tanto en la salud como en la
enfermedad. Cuidas a la persona. Cuando la persona está amorosa, y algunas
veces la persona no está amorosa; entonces también cuidas de ella. Tú te ocupas
de la persona y aceptas los veranos y los inviernos. Tú aceptas todo lo que
está en la persona. La salud está ahí, la enfermedad está ahí, la vejez estará
ahí, la juventud estará ahí, el enojo está ahí, el odio está ahí; todo es
posible.
Por ejemplo, si un hombre vive toda su vida obsesionado con
el sexo, si no conoce nada más allá del sexo, si el sexo es para él la razón de
vida, si él genera riqueza para disfrutar del sexo, si él aspira a un lugar
prominente sólo por la posibilidad de conseguir sexo, si él desea buena salud
sólo para dar rienda suelta al sexo, si el sexo es el centro que funciona de
manera predominante en su vida, entonces es ahí donde la totalidad de la
energía convergerá en el momento de la muerte”.
Osho, From
Bondage to Freedom