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La conciencia y el enfado no pueden coexistir. No es posible enfadarse conscientemente. Para que haya enfado tienes que estar dormido, intoxicado.

"Todos vivimos en la inconsciencia. Vivimos como si estuviéramos dormidos...

Hagas lo que hagas, no eres consciente de ello, tu conciencia está en otra parte. Cuando caminas por la calle, ¿eres consciente de estar caminando? Tu conciencia puede estar en cualquier parte menos en el caminar. Cuando comes, ¿eres consciente de que estás comiendo? Tu conciencia puede estar en cualquier parte menos en el comer...

¿Recuerdas cuando estabas enfadado con alguien? ¿Dónde estaba tu conciencia? Si hubiera habido conciencia, el enfado habría sido imposible. La conciencia y el enfado no pueden coexistir. No es posible enfadarse conscientemente. Para que haya enfado tienes que estar dormido, intoxicado.

Por eso la persona lo lamenta después de haberse enfadado; le sorprende haber podido comportarse así, ¿y para qué? ¿Qué sentido tenía? No obstante, él mismo se ha enfadado, y no es la primera vez que ocurre, y tampoco es la primera vez que lo lamenta. Lo ha lamentado muchas veces porque ha estado enfadado muchas veces, y cada vez se ha preguntado por qué lo ha hecho, ¿qué sentido tiene? ¿Y por qué lo ha hecho si no tiene sentido? Esta persona no era consciente, no estaba presente; sólo volvió a casa cuando se fue el enfado. Estaba ausente cuando ocurrió el enfado, y cuando volvió a casa lo lamentó. Pero a estas alturas no sirve de nada lamentarlo, no significa nada, no tiene sentido lamentarlo."

Osho, Upanishads, su historia y enseñanzas