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Un sabio elevó su plegaria: "Oh, Dios, llévame de la oscuridad a la luz; de la inconsciencia a la conciencia; de la falsedad a la verdad".

"¿Qué es la humanidad? ¿Qué es el hombre? Es una sed, una llamada, un anhelo.

La vida misma es una llamada; la vida es un anhelo; la vida es una aspiración.

Pero puedes aspirar al infierno o puedes aspirar al cielo; puedes sentir la llamada de la oscuridad o la llamada de la luz; puedes sentir el anhelo de lo falso o el anhelo por la verdad.

Aunque no lo sepas, si buscas la oscuridad seguirás estando inquieto. Si eliges lo falso, seguirás estando intranquilo. Es imposible estar en paz si eliges el mal. La paz es la sombra que nace del anhelo de lo correcto. La paz surge cuando el anhelo es correcto.

La semilla está deseando florecer. Se siente dichosa cuando lo hace, y si no lo hace, se sentirá angustiada y triste. El río quiere convertirse en un océano. Si consigue alcanzarlo y fundirse con el infinito, vivirá en paz. Pero si no lo consigue y tiene que abrirse paso por el desierto, estará inquieto, preocupado, y sufrirá.

Un sabio elevó su plegaria: "Oh, Dios, llévame de la oscuridad a la luz; de la inconsciencia a la conciencia; de la falsedad a la verdad". Y esta ha sido la verdadera esperanza y el ruego de toda la humanidad. Si en el viaje de la vida comprobamos que cada vez estamos más tranquilos, sabremos que estamos yendo hacia el centro más profundo de la vida. Pero si cada vez estamos más nerviosos, querrá decir que estamos yendo en la dirección equivocada, en sentido contrario."

Osho, En busca de la paz