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La seriedad te aísla, te endurece, te entristece. La seriedad es consecuencia de las ambiciones y de los deseos que no logras hacer realidad

Pregunta:
Me gusta practicar taichi y se ha convertido en mi meditación diaria, pero tiendo a tomármelo demasiado en serio. ¿Podrías desengancharme de ese mal hábito? 


Respuesta de Osho:
     "Es imposible que nadie te desenganche de tu mal hábito; en tu caso no existe; tu seriedad lo está creando. Y nadie puede cambiar tu seriedad tampoco. Lo que te hace ser serio es tu actitud vital.
     ¿Qué te hace estar serio? La existencia es una celebración constante, una fiesta sin descanso. Tú eres serio porque la gente lleva miles de años diciendo que un hombre serio es mejor, superior y más evolucionado que el que no es serio. Nunca han considerado a los que no son serios. Pero, para mí, el caso es precisamente lo contrario. El que no es serio es el que llegará a conocer la vida y todas sus experiencias. La seriedad te aísla, te endurece, te entristece. La seriedad es consecuencia de las ambiciones y de los deseos que no logras hacer realidad.
     Pero las religiones siempre han rendido homenaje a la seriedad. En ninguna religión he encontrado un texto sagrado —y en el mundo hay trescientas religiones— que rinda homenaje a la falta de seriedad, a la diversión, al sentido del humor. Te atontan.
     Me contaron que un día el obispo entró en una iglesia de Nueva York y no podía dar crédito a lo que estaba viendo: Jesús estaba allí de pie.
     "¡Dios mío! —exclamó—.Nunca pensé que alguien escuchara las plegarias. Jamás he creído que existiera Dios ni el hijo de Dios; ¿y qué hago con este individuo? Si no es un hippy, debe de tratarse de Jesucristo. Ahora tengo un problema". Se acercó al hombre y le dijo: "¿Puedo preguntarte quién eres?".
     "¿Has estado a mi servicio, divulgando mi palabra, y no me reconoces?", lo interpeló el hombre.
     Al obispo se le cayó el alma a los pies: "¡Ay, Dios mío! ¡Es Jesucristo! Esto va a ser una fuente de preocupaciones". Llamó al Papa de Roma: "¿Qué tengo que hacer? En los seminarios no se menciona ni una sola vez que “un día Jesús aparecerá en tu iglesia”. ¿Qué debo hacer, qué camino debo tomar? ¿Cómo debo comportarme?".
     El Papa dijo: "¡No me compliques la vida! Menos mal que ha aparecido en Nueva York. Haz dos cosas: lo primero y más importante es que aparentes seriedad y que finjas estar muy atareado. Quién sabe, quizá...Lo segundo es que avises a la policía".
     Las religiones han enseñado a la gente a ser seria, porque la seriedad provoca en tu conciencia cierta languidez. La seriedad no te ayuda. Es un veneno; nadie puede quitártela mientras no lo entiendas..., y entonces desaparecerá sola.
     Un psiquiatra y un amigo van caminando por la calle, cuando un desconocido, al pasar, propina una patada en la espinilla al psiquiatra. El terapeuta sigue caminando como si tal cosa, y su amigo exclama, asombrado: "¿No piensas decirle nada?". 
"¿Por qué? —respondió el psiquiatra—.Es su problema".
     Si el mal hábito está dentro de ti, ¡es su problema! Debe de estar harto de tu seriedad y de tu taichi. No te preocupes. Él mismo tratará de buscar la forma de salir de ese lío.
     A una persona alegre no le interesan cosas como el taichi. Hay tantas cosas de las que disfrutar, ¿y tú haces taichi como un idiota? ¡Es normal que estés serio! Pasa una mujer atractiva, ¿y tú sigues haciendo taichi? ¿No puedes hacer algo divertido, entretenido, agradable? Es normal que estés serio porque estás perdiendo el contacto con la vida.
     En el mundo hay toda clase de idiotas. Unos hacen taichi, otros hacen aikido, algunos hacen jujitsu, y otros hacen yoga o hacen el pino patas arriba. Pero no creo que una mujer sienta interés por ti: ¡ese tipo de gente que hace el pino está muerta! Y si nadie se interesa por ti, te pones serio. Eres tú quien lo está provocando, pero me pides a mí que te desenganche de tu mal hábito, ¡yo no soy culpable de eso! ¿Quién te ha sugerido que hagas taichi?...
     ¿Por qué te interesa el taichi? Es normal que estés serio. Te olvidarás de reír, te olvidarás del sentido del humor; un hombre que practica taichi tiene que ser serio. Y tú me pides que elimine tu seriedad...y que te desenganche de tu mal hábito...¡Van en el mismo lote! Si te pones serio, aparece el mono...".

Osho, Gozar, amar, vivir. No te tomes demasiado en serio.