Hay que vivir cada momento de una forma tan total que acabes con él. Ya sea el amor, la muerte o lo que sea, pero vívelo totalmente
Osho habla con una buscadora que acaba de recibir la noticia de que su padre ha muerto...
"La muerte nunca debería ser una razón para estar triste. Si uno ha vivido y ha vivido bien, ha amado y ha amado bien, no hay razón para estar triste. La muerte puede ser tan bella como la vida...
Cuando muera alguien, no llores ni te apenes por esa persona, llora y apénate por ti misma. Cada muerte te recuerda tu propia muerte. Y en cada muerte muere una parte de ti -especialmente en la muerte de tu padre, de tu madre, de tu mujer, de tu marido o de un amigo-, de alguien con quien hayas tenido una relación estrecha...
Cuando desaparecen, desaparece algo tuyo, queda un vacío. Hay que vivir ese vacío. De modo que si tienes ganas de gritar, grita; si tienes ganas de llorar, llora. No lo reprimas ni lo evites en absoluto. No lo racionalices, porque siempre racionalizamos. Si lo racionalizas y evitas la realidad, te quedará una especie de herida. Así que grita y llora y deja que las lágrimas inunden tu rostro. Y si quieres, habla con tu padre, dile todo lo que siempre quisiste decirle y no pudiste. Sé una niña pequeña y deja que la emoción se apodere de ti.
Este es uno de los problemas para la mente moderna. Lo racionalizamos todo y, al racionalizarlo, reprimimos cosas. Y eso puede ser muy peligroso porque envenena todo el sistema...
Cierra los ojos y deja que la muerte ocurra... Si no eres capaz de vivirlo ahora, más tarde se convertirá en un problema, estará siempre ahí. Así es como seguimos acumulando experiencias sin vivir.
Hay que vivir cada momento de una forma tan total que acabes con él. Ya sea el amor, la muerte o lo que sea, pero vívelo totalmente. Y no seas sabia, no dejes que la cabeza opine; por el contrario, escucha al corazón.
Esta noche, acurrucada en la cama, grita y llora y no dejes que la cabeza interfiera. Y por la mañana estarás fresca. Habrás aprendido algo de la muerte. La muerte de tu padre o de tu madre es un momento precioso. Es un momento sagrado a través del cual te puedes enriquecer. Puedes lograr muchas cosas a través de él, se puede convertir en una percepción profunda. Así
que no lo desperdicies, ¿eh? Inténtalo esta noche. ¡Además, yo te voy a ayudar! Bien".
Osho, Cara a cara con Osho. El martillo en la roca
http://osho-maestro.blogspot.com/
"La muerte nunca debería ser una razón para estar triste. Si uno ha vivido y ha vivido bien, ha amado y ha amado bien, no hay razón para estar triste. La muerte puede ser tan bella como la vida...
Cuando muera alguien, no llores ni te apenes por esa persona, llora y apénate por ti misma. Cada muerte te recuerda tu propia muerte. Y en cada muerte muere una parte de ti -especialmente en la muerte de tu padre, de tu madre, de tu mujer, de tu marido o de un amigo-, de alguien con quien hayas tenido una relación estrecha...
Cuando desaparecen, desaparece algo tuyo, queda un vacío. Hay que vivir ese vacío. De modo que si tienes ganas de gritar, grita; si tienes ganas de llorar, llora. No lo reprimas ni lo evites en absoluto. No lo racionalices, porque siempre racionalizamos. Si lo racionalizas y evitas la realidad, te quedará una especie de herida. Así que grita y llora y deja que las lágrimas inunden tu rostro. Y si quieres, habla con tu padre, dile todo lo que siempre quisiste decirle y no pudiste. Sé una niña pequeña y deja que la emoción se apodere de ti.
Este es uno de los problemas para la mente moderna. Lo racionalizamos todo y, al racionalizarlo, reprimimos cosas. Y eso puede ser muy peligroso porque envenena todo el sistema...
Cierra los ojos y deja que la muerte ocurra... Si no eres capaz de vivirlo ahora, más tarde se convertirá en un problema, estará siempre ahí. Así es como seguimos acumulando experiencias sin vivir.
Hay que vivir cada momento de una forma tan total que acabes con él. Ya sea el amor, la muerte o lo que sea, pero vívelo totalmente. Y no seas sabia, no dejes que la cabeza opine; por el contrario, escucha al corazón.
Esta noche, acurrucada en la cama, grita y llora y no dejes que la cabeza interfiera. Y por la mañana estarás fresca. Habrás aprendido algo de la muerte. La muerte de tu padre o de tu madre es un momento precioso. Es un momento sagrado a través del cual te puedes enriquecer. Puedes lograr muchas cosas a través de él, se puede convertir en una percepción profunda. Así
que no lo desperdicies, ¿eh? Inténtalo esta noche. ¡Además, yo te voy a ayudar! Bien".
Osho, Cara a cara con Osho. El martillo en la roca
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