“Cada ser es una casa de Dios, cada ser es un templo de lo divino. Si no somos conscientes de ello, seguimos viviendo una vida muy miserable; si somos conscientes de ello, la vida se convierte en puro éxtasis. La única diferencia entre un Jesús y tú, entre un Buda y tú, es la de la consciencia. Ellos han despertado y tú estás profundamente dormido, de lo contrario no hay ninguna diferencia: el mismo Dios que reside en ellos reside en ti. Pero en ti algo está dormido; en ellos algo se ha despertado.
La palabra "Buda" significa el despierto, cuyo sueño ha desaparecido.
Estamos en un sueño metafísico. Es como si en la noche cuando te duermes empiezas a soñar y los sueños parecen reales, absolutamente reales; confías en ellos, crees en ellos. Por la mañana cuando te despiertas parece tan ridículo --¿cómo podrías haber creído en ellos? Pero cuando estaban allí y estabas dormido, creías en ellos. Lo mismo ocurre en un plano superior: cuando uno se despierta metafísicamente no puede entender cómo pudo creer tanto en el dinero, en la política del poder, en el nombre y la fama. ¿Cómo se puede creer tanto en el cuerpo sabiendo que la muerte está ocurriendo todos los días? ¡Cómo se siguió viviendo como si no se fuera a morir en absoluto!
Pero ahora mismo, cuando estás metafísicamente dormido, todas estas cosas parecen ser muy reales. Alguien te insulta y parece tan real, alguien te alaba y parece tan real, pero cuando te despiertas metafísicamente, meditativamente alerta, todas estas cosas empiezan a desvanecerse en sueños. Entonces no importa si te insultan o te alaban. Nada de lo que importa ahora mismo importa en absoluto.
Tu nombre te recordará continuamente que un Dios está escondido dentro de ti. Tienes que buscarlo, y la única manera de buscarlo es volviéndote más consciente, más alerta, más atento. Todos los métodos de meditación no son más que técnicas, dispositivos, para hacerte consciente, para sacudirte, para despertarte”.
Osho, Dont Let Yourself Be Upset by the Sutra rather Upset the Sutra Yourself