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Un ser humano perfecto es científico con los objetos, estético y poético con las personas y meditativo consigo mismo

     "En el lenguaje científico se dice que en el cerebro hay dos hemisferios. El hemisferio izquierdo es calculador, matemático, es la prosa; y el hemisferio derecho es la poesía, el amor, la canción. Uno de los lados es la lógica y el otro es el amor... Pero realmente no hay ningún puente que los una, y por eso el hombre vive dividido.
     Mi intención es trazar un puente que una esos dos hemisferios. En lo que respecta al mundo objetivo, el hombre debería ser tan científico como fuera posible, y en lo que respecta al mundo de las relaciones, tan musical como fuera posible.
     Fuera de ti, a tu alrededor, hay dos mundos. Uno es el mundo de los objetos: tu casa, tu dinero, tus muebles. El otro es el mundo de las personas: tu mujer, tu madre, tus hijos, tu amigo. Con los objetos debes ser científico, pero nunca seas científico con las personas. Si eres científico con las personas estarás reduciéndolas a meros objetos, y este es uno de los mayores crímenes que se pueden cometer. Si tratas a tu mujer como un objeto, un objeto sexual, te estarás comportando de una forma detestable. Si tratas a tu marido como un sustento económico, como un medio, serás inmoral, esa relación será inmoral, es prostituirse...
     No trates a las personas como si fueran un medio, las personas son fines en sí mismas. Relaciónate con ellas con amor, con respeto. Pero no las poseas ni te dejes poseer por ellas. No dependas de ellas ni permitas que nadie dependa de ti. No crees dependencias en ningún aspecto; conserva tu independencia y permíteles seguir siendo independientes.
     Esto es música. Yo lo llamo la dimensión de la música. Si puedes ser tan científico como sea posible con los objetos, lograrás riqueza y prosperidad en tu vida. Si puedes ser todo lo musical que sea posible, tu vida tendrá belleza. Y hay también una tercera dimensión que está más allá de la mente. Estas dos dimensiones, la científica y la artística, forman parte de la mente, pero hay una tercera dimensión invisible, la dimensión de la no-mente. Esta dimensión forma parte de la mística y se alcanza con la meditación.
     De modo que hay que recordar estas tres palabras, las tres M: matemáticas, abajo; música, en el medio; y meditación, la más elevada. Un ser humano perfecto es científico con los objetos, estético y poético con las personas y meditativo consigo mismo. Cuando estas tres cosas confluyen, la alegría es inmensa".

Osho, Vivir peligrosamente en tiempos extraordinarios
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