“…acabo de hablar de la risa, de sus poderes meditativos y
medicinales. Ciertamente cambia tu química, cambia tus ondas cerebrales, cambia
tu inteligencia, te vuelves más inteligente. Las partes de tu mente que han
estado dormidas se despiertan repentinamente. La risa llega hasta lo más
profundo de tu cerebro, hasta tu corazón.
Un hombre de risa no puede tener un ataque al corazón. Un hombre de risa no puede suicidarse. Un hombre de risa automáticamente llega a conocer el mundo del silencio, porque cuando la risa cesa de repente hay silencio. Y cada vez que la risa se hace más profunda, va seguida de un silencio más profundo.
Ciertamente te aclara --de las tradiciones, de la basura del pasado. Te da una nueva visión de la vida. Te hace más vivo y radiante, más creativo. Si eres cantante, tu canción se vuelve más celestial; si eres músico, tu música comienza a ir más allá del sonido, comienza a llegar a los silencios”.
Un hombre de risa no puede tener un ataque al corazón. Un hombre de risa no puede suicidarse. Un hombre de risa automáticamente llega a conocer el mundo del silencio, porque cuando la risa cesa de repente hay silencio. Y cada vez que la risa se hace más profunda, va seguida de un silencio más profundo.
Ciertamente te aclara --de las tradiciones, de la basura del pasado. Te da una nueva visión de la vida. Te hace más vivo y radiante, más creativo. Si eres cantante, tu canción se vuelve más celestial; si eres músico, tu música comienza a ir más allá del sonido, comienza a llegar a los silencios”.
Osho, The Fish in the
Sea is Not Thirsty