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¿Por qué nos da miedo la vida?

"Puede que no lo hayas observado: te da miedo la vida, te da mucho miedo la vida. Puede que suene raro decir que te da miedo la vida, porque normalmente sientes que te da miedo la muerte, no la vida. Ésta es la observación usual: que a todo el mundo le da miedo la muerte. Pero yo te digo: sólo te da miedo la muerte porque te da miedo la vida. Quien no le tenga miedo a la vida no le tendrá miedo a la muerte.

¿Por qué nos da miedo la vida? Tres razones. En primer lugar tu ego sólo puede existir si va contra corriente...

¿Me comprendes? Si vas contra corriente, sientes que tú existes. Si te dejas ir y empiezas a flotar con la corriente dondequiera que te lleve, no sientes que tú existes. Entonces te has vuelto parte de la corriente. Este ego, este pensar que existes aislado como un "yo", crea la negatividad en torno a ti. Este ego crea las ondas de la negatividad.

En segundo lugar, la vida es incógnita, imprevisible, y tu mente es muy estrecha: quiere vivir en lo conocido, lo previsible. La mente siempre tiene miedo a lo desconocido...

La vida siempre está entrando en lo desconocido, y tú tienes miedo. Quieres que la vida vaya conforme a tu mente, conforme a lo conocido, pero la vida no puede seguirte. Por eso nos da miedo la vida, y siempre que podemos tratamos de matar la vida, tratamos de fijarla. La vida es un cambio continuo. Tratamos de fijarla porque con lo fijo es posible la predicción.

Si amo a alguien, inmediatamente mi mente empezará a cavilar sobre cómo casarse con esa persona, porque el matrimonio fija las cosas. El amor es un cambio continuo, un flujo, el amor no puede predecirse. Nadie sabe a dónde llevará, o si levará a alguna parte. ¡Nadie lo sabe!. Está flotando con la corriente, y tú no sabes a dónde va la corriente. Puede que no exista al día siguiente, al momento siguiente.

No puedes estar seguro del momento siguiente. Pero la mente quiere certeza, y la vida es inseguridad. Como la mente quiere certeza, la mente está en contra del amor. La mente está a favor del matrimonio, porque el matrimonio es algo fijo. Ahora tienes cosas fijas, así que ahora el flujo se ha roto. El agua ya no está fluyendo: se ha vuelto hielo. Ahora tienes algo muerto; puedes predecir. Sólo las cosas muertas son previsibles. Cuanto más vivo está algo, más imprevisible es. Nadie sabe adónde irá la vida.

Así es que no queremos vida; queremos cosas muertas. Por eso seguimos poseyendo cosas. Es difícil vivir con una persona; es fácil vivir con cosas... Y si tenemos que vivir con una persona, trataremos de convertir a esa persona en una cosa; no podemos permitir la persona.

Una esposa es una cosa, un marido es una cosa. No son personas, sino cosas fijas...

Este encorsetamiento es un miedo a la vida. La vida es un flujo; no se puede decir nada sobre la vida. Te amo en este momento, pero al momento siguiente el amor puede desaparecer...

Nos da miedo la vida porque la vida es un flujo. La mente quiere certeza. Si realmente quieres estar vivo, éstate dispuesto a estar inseguro. ¡No hay seguridad y no hay manera de crear seguridad!. Sólo hay una manera: no vivir; entonces estarás seguro. De modo que los que están muertos están absolutamente seguros. Una persona viva está insegura. La inseguridad es el núcleo central de la vida, pero la mente quiere seguridad.

En tercer lugar, en la existencia hay una dualidad básica. La existencia existe como dualidad, y la mente quiere elegir una parte y negar la otra. Por ejemplo, quieres ser feliz, quieres placer; no quieres dolor. Pero el dolor es parte del placer, su otra cara. La moneda es una. En un lado está el placer, en el otro está el dolor....

De modo que una persona que quiera placer debería estar dispuesta a aceptar el dolor. Esto es como los valles y las colinas. Tú quieres cimas, colinas, pero no quieres valles; así que ¿adónde irán los valles? Y sin valles, ¿cómo va a haber cimas? Sin valles no puede haber cimas. Si amas las cimas, ama también los valles. Se vuelven parte del destino...

Una persona que comprende esto -que la vida es dualidad- acepta ambas partes. Acepta la muerte no como algo en contra de la vida, sino como parte de ella, como parte del valle. Acepta la noche como el valle del día...

Llamo liberado, iluminado, al hombre que acepta la dualidad misma de la existencia.
Entonces es positivo.
Entonces acepta todo lo que sucede.
Entonces no tiene anhelos.
Entonces no exige nada a la vida.
Entonces puede flotar con la corriente".

Osho, El libro de los secretos
http://osho-maestro.blogspot.com/