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Vivir peligrosamente implica estar muy atento ante cualquier alternativa: no escojas lo más conveniente, lo más cómodo, lo respetable, lo socialmente aceptado, lo decoroso. Escoge lo que resuene en tu corazón. Lo que te gustaría hacer a pesar de todas las consecuencias

     "¿Qué significa esto exactamente? Quiere decir que en la vida siempre hay una alternativa. Siempre hay una intersección de caminos, constantemente. Cada instante es una intersección de caminos y tendrás que escoger dónde quieres ir, qué camino debes tomar; en cada instante hay que elegir. Cada momento es decisivo, porque cuando descartas otras posibilidades te estás decantando por una.
     Pero si optas por la comodidad, por la conveniencia, nunca podrás vivir intensamente. Lo cómodo, lo conveniente, lo convencional, que es lo que la sociedad aprueba, te convertirá en un esclavo psicológico. Por eso hay tantas comodidades... A cambio de tu libertad, la sociedad está dispuesta a darte lo que quieras. Te brinda una reputación, te brinda una posición importante en la jerarquía, en la burocracia, pero para ello tendrás que renunciar a ciertas cosas: tu libertad y tu identidad. Tendrás que convertirte en un número más de la multitud. La multitud odia a todo el que no forma parte de ella. Las multitudes se ponen muy nerviosas cuando ven a un extraño, porque ese extraño constituye un interrogante...
     Llevas una vida cómoda, pero insulsa. Vives de manera horizontal..., una fina loncha de vida, como una rebanada de pan cortada muy fina. Vives  de forma lineal.
     Vivir peligrosamente es vivir de una manera vertical. Entonces,  cada instante tiene una profundidad y una altura.
     Alcanza la estrella más alta y lo más hondo. No conoce la línea horizontal. Pero entonces eres un extraño en la multitud, te comportas de forma distinta a todos los demás. Y esto a la gente le incomoda, por la simple razón de que ellos no disfrutan de la vida, no viven la vida, no asumen la responsabilidad de vivirla, no arriesgan nada para tenerla...
     Sócrates afirmaba que uno no puede caminar por una senda que haya trazado otro. Debe caminar y, al andar, crea su propia senda. No es que las sendas ya estén trazadas y tú sólo tengas que tomarlas y caminar; no es así. Tienes que trazar tu propia senda caminando; a medida que caminas, creas tu propia senda. Y recuerda que sólo es para ti; para nadie más. Como los pájaros, que vuelan en el cielo sin dejar ninguna pista para otros pájaros...
     Vivir peligrosamente implica estar muy atento ante cualquier alternativa: no escojas lo más conveniente, lo más cómodo, lo respetable, lo socialmente aceptado, lo decoroso.  Escoge lo que resuene en tu corazón. Lo que te gustaría hacer a pesar de todas las consecuencias.
     Un cobarde piensa en las consecuencias: "¿Qué ocurrirá si hago esto?" "¿Cuál será el resultado?". Le preocupa el resultado.
     Un hombre auténtico nunca piensa en las consecuencias. Sólo piensa en la acción, en el momento presente. Siente: "Esto me atrae y voy a hacerlo". Lo que ocurra luego, bienvenido será. Nunca se arrepentirá. Un hombre verdadero nunca se arrepiente, nunca se lamenta, porque no hace nada en su contra. Una persona cobarde muere miles de veces antes de su muerte, y se lamenta y se arrepiente continuamente: habría sido mejor si hubiera hecho aquello, si me hubiese casado con ese hombre, con esa mujer, si hubiese escogido esa profesión, si hubiese ido a aquella universidad... Siempre hay miles de alternativas, no puedes elegirlas todas.
     La sociedad te dice: "Escoge lo más conveniente, lo más cómodo; escoge el camino trillado que surcaron tus progenitores... Escoge el camino conocido. Esa es la prueba: si tantos millones de personas lo han tomado, no puedes equivocarte". Pero ten en cuenta una cosa: la multitud nunca ha experimentado la verdad.
     La verdad sólo ser manifiesta en el individuo... Es como el amor. ¿Alguna vez has visto una multitud enamorada? Es imposible..., una multitud enamorada de otra multitud. Por lo menos es algo que no ha sucedido hasta ahora.. Es un fenómeno individual. Una persona se enamora de otra persona. Pero en el amor tiene que haber al menos dos personas. En la verdad ni siquiera hay dos. Estás solo, la experimentas en absoluta soledad.
     Sólo un rebelde conoce la verdad, y para ser rebelde hay que vivir peligrosamente.
     Vivir peligrosamente quiere decir no interponer estúpidas condiciones entre la vida y tú: como la comodidad, la conveniencia, la reputación. Olvídate de todas esas cosas y permite que la vida ocurra en ti y vívela sin preocuparte de si estás yendo o no por una autopista, sin preocuparte de dónde terminarás. Son muy pocas las personas que viven. El noventa y nueve coma nueve por ciento de la gente sólo comete un lento suicidio".

Osho, Vivir peligrosamente en tiempos extraordinarios
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