"Quiero que mis seguidores conozcan la paz, conozcan el silencio, conozcan la belleza de su ser interior, la dicha, el amor y la luz, y lo propaguen. Propagarlo no es una misión de apostolado, no se trata de convertir a nadie. Simplemente tu presencia, tu mirada amorosa, tu vida pacífica, el carisma que se refleja con la iluminación, la nueva frecuencia que irradia una persona iluminada a su alrededor, cambia los corazones de la gente sin que ellos mismos se den cuenta... Cuando uno saborea su inmortalidad, empieza a propagar un fuego invisible..., no es un argumento lógico, pero la gente inmediatamente se sentirá colmada con su presencia, con su aroma, con su fragancia, con su amor. Para equilibrar la guerra tiene que haber más amor en el mundo. Para equilibrar las fuerzas destructivas tiene que haber más creatividad. Para equilibrar a los ciego...