“Comienza a amarte a ti mismo. Ese tiene que ser el principio y ese también será el final. Entonces el círculo está completo. Empiezas amándote a ti mismo porque eres el más cercano a ti mismo. Por supuesto, cuando comienzas a amarte a ti mismo, tu amor es desde la circunferencia hacia el centro, porque existes en la circunferencia. Entras, te paras en la puerta que conecta tu interior y tu exterior. Miras hacia adentro, todavía estás parado en la circunferencia, y te enamoras de tu centro. Este es el comienzo y el final será cuando hayas llegado al centro y te pares en el centro y mires tu circunferencia. Esa será la finalización del viaje.
Pero entre estos dos, el principio y el final, hay siete pasos...
El primer paso tiene que ser las estrellas, el sol y la luna. Cuanto más lejos estén, mejor, porque si puedes amar más lejos, será más fácil amar a los que están más cerca de ti...
Luego muévete a las rocas, a las montañas. Siente las rocas, siente su textura, ámalas. Luego, muévete a los ríos, al viento, la lluvia; están más vivos que cualquier otra cosa. Baila bajo la lluvia, en el viento. Nada en el río, déjalo ir. Fluye con eso, no luches contra el río. No empujes al río, no vayas río arriba. Ve con el río, totalmente uno con él.
Así es como podrás aprender muchas formas de amor, muchas cualidades de amor. Luego, los árboles, arbustos, flores, frutas...Luego, muévete a las aves...
Y cuando hayas aprendido a amar todas estas expresiones de la existencia, podrás amar al hombre y a la mujer, porque el hombre y la mujer son la expresión más elevada. Implican las montañas, las estrellas, los ríos, los vientos, la lluvia, los árboles, los pájaros, los animales; implican todo esto. Estamos hechos de todo esto. Algo de nosotros pertenece a las estrellas; algo de nosotros pertenece a los ríos, a las montañas; algo de nosotros pertenece a los árboles, a las flores. Algo de nosotros pertenece a los pájaros...
Tienes que experimentar el amor de todas las formas posibles... Si no puedes amar los árboles, si no puedes amar el viento, si no te gusta bailar cuando llueve, no podrás amar a una mujer o a un hombre. Algo en tu amor se perderá. No tendrá la perfección, no tendrá esa gracia exquisita que puede tener, que debería tener...
Tienes que conocer el amor en todas sus expresiones. No te enganches demasiado pronto. Muévete libremente con toda la existencia. Ama a muchos hombres, ama a muchas mujeres. Sólo entonces, lentamente, puedes descubrir a la persona con la que tu corazón siente una sincronía. No es un trabajo fácil. Ningún astrólogo puede hacerlo por ti , ningún padre, ninguna madre puede hacerlo por ti . No hay otra forma de hacerlo. La única forma es por ensayo y error".
Osho, The Wild Geese and the Water