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El momento en que dices que ningún problema es serio, el problema está muerto casi al noventa y nueve por ciento

Pregunta:
Hablaste sobre el no-problema, la no-existencia de nuestros problemas. Fui criado en una familia católica represiva y pasé veintiún años en un sistema educativo igual de loco. ¿Quieres decir que todas las capas de blindaje, todos los condicionamientos y las represiones no existen y pueden ser abandonadas inmediatamente? ¿Qué hay con las impresiones grabadas en el cerebro y en la musculatura del cuerpo?

Ésta es una pregunta muy importante. La pregunta es importante porque muestra dos enfoques diferentes respecto a la realidad interior del hombre.

El enfoque occidental es pensar sobre el problema, encontrar las causas del problema, entrar en la historia del problema, en el pasado del problema, desarraigar el problema desde el principio mismo, descondicionar la mente, o recondicionar la mente, recondicionar el cuerpo, sacar todas esas impresiones que se han dejado en el cerebro. Éste es el enfoque occidental. El psicoanálisis entra en la memoria; trabaja allí. Entra en tu niñez, en tu pasado; se desplaza hacia atrás. Descubre de dónde ha surgido el problema. Quizá hace cincuenta años, cuando eras un niño, el problema apareció en relación con tu madre; entonces el psicoanálisis irá hacia atrás.

¡Cincuenta años de historia! Es un asunto muy largo que has venido arrastrando. Y aún así no es de mucha ayuda porque hay millones de problemas. No sólo es cuestión de un problema. Puedes entrar en la historia de un problema; puedes buscar en tu autobiografía y encontrar las causas y quizá puedes eliminar un problema, pero hay millones de problemas. Si empiezas a entrar en cada problema para resolver los problemas de tu vida necesitarás millones de vidas. ¡Esto es absurdo!

Ahora, el mismo enfoque psicoanalítico se ha dirigido al cuerpo: Rolfing, bioenergética y otros métodos están tratando de eliminar las impresiones del cuerpo, de la musculatura. Una vez más, debes penetrar en la historia del cuerpo. Pero una cosa es cierta sobre ambos enfoques que están en el mismo patrón lógico: que el problema viene del pasado, así que de alguna manera debe ser afrontado en el pasado.

Oriente tiene una perspectiva totalmente diferente. Primero, dice que ningún problema es serio. El momento en que dices que ningún problema es serio, el problema está muerto casi al noventa y nueve por ciento. Toda tu visión cambia con respecto a él. Lo segundo que Oriente dice es: el problema está allí porque tú estás identificado con él. No tiene nada que ver con el pasado, nada que ver con su historia. Estás identificado con él; ésa es la verdad. Y ésa es el clave para resolver todos los problemas.

Por ejemplo: eres una persona enojada. Si vas al psicoanalista, él dirá, “Entra en el pasado... ¿Cómo apareció este enojo? ¿En qué situaciones se volvió más y más condicionado e impreso en tu mente? Tendremos que eliminar todas esas impresiones; tendremos que borrarlas. Tendremos que limpiar el pasado por completo.”

Si acudes con un místico oriental, dirá, “Tú crees que eres enojo, te sientes identificado con el enojo. Aquí es donde las cosas están saliendo mal. La próxima vez que el enojo suceda, sólo sé un observador, sólo sé un testigo." No te identifiques con el enojo. No digas, “Soy enojo.” No digas, “Estoy enojado.” Simplemente velo suceder como si estuviese sucediendo en una pantalla de televisión. Obsérvate a ti mismo como si estuvieses observando a alguien más.

Tú eres conciencia pura. Cuando la nube del enojo se acerque a ti simplemente obsérvala y permanece alerta de manera que no te identifiques con ella. Todo se trata de cómo no identificarse con el problema. Una vez que lo hayas aprendido… y entonces no habrá cuestión de “tantos problemas”, porque la llave, la misma llave abrirá todas las cerraduras. Así es con el enojo, así es con la avaricia, así es con el sexo... así es con todo aquello de lo que la mente es capaz....

Toda la metodología oriental puede ser reducida a una palabra: atestiguar. Toda la metodología occidental puede ser reducida a una cosa: analizar. Al analizar, das vueltas y vueltas. Al atestiguar, simplemente te sales del círculo.

El enfoque oriental es llegar a ser consciente del cielo. El enfoque occidental te vuelve más y más alerta de las nubes, y te ayuda un poco, pero no te vuelve consciente de lo más profundo de tu ser. La circunferencia, sí; te vuelves un poco más consciente de la circunferencia, mas no consciente del centro. Y la circunferencia es un ciclón. Tienes que encontrar el centro del ciclón. Y eso sucede sólo a través del atestiguar.

El atestiguar no cambiará tu condicionamiento. El atestiguar no cambiará la musculatura de tu cuerpo. Pero atestiguar te dará simplemente una experiencia de que tú estás más allá de toda musculatura, de todo condicionamiento. En ese momento de más allá, en ese momento de trascendencia, ningún problema existe... no para ti. Y ahora depende de ti. El cuerpo seguirá cargando la musculatura y la mente seguirá cargando el condicionamiento. Ahora depende de ti: si a veces estás anhelando el problema, puedes entrar en el cuerpo y la mente y tener el problema, y disfrutarlo. Si no deseas tenerlo, puedes permanecer fuera. El problema seguirá presente como una impresión en el fenómeno del cuerpo y la mente, pero tú estarás apartado y lejos de él..."

Osho, The Tantra Vision
http://osho-maestro.blogspot.com/