Ir al contenido principal

Después de haber vivido la sexualidad a fondo y sin miedos, sin represiones, sin sentimientos de culpa, meditar resulta fácil.

He descubierto que mis dos intereses básicos son el sexo y la meditación. ¿Estoy haciendo lo correcto? Quiero ser tu discípulo favorito. ¿Qué debo hacer? ¿Cuál sería la peor pregunta que puedan plantearte?

Respuesta de Osho:
          "¡Acabas de planteármela! Dices que sólo te interesan dos cosas: el sexo y la meditación.  Si te interesa el sexo, olvídate de la meditación. Cuando te canses del sexo, cuando estés harto, podrás aprovechar toda esa energía que usabas en el sexo para la meditación.  Pero no puedes hacer ambas cosas a la vez; sería como montar dos caballos al mismo tiempo. Hay que elegir: sexo o meditación.
          Sin embargo, debes comprender una cosa: mientras no hayas trascendido el sexo no podrás meditar. Pero no se debe entender la trascendencia en el sentido antiguo de la represión. Trascender es tener experiencia, tanta experiencia que dejas de pensar en la atracción o en la fascinación.
          La sexualidad desaparece y cae como las hojas de los árboles.
          No hay que hacer ningún esfuerzo. Si tienes que hacer un esfuerzo para abandonarla, se quedará. Y si está ahí, es imposible meditar; no te permitirá estar tranquilo. Es una de las esclavitudes biológicas que más pueden atormentarte. Está bien deshacerse del sexo experimentándolo con totalidad e intensidad; no pienses en la meditación. Vivido en plenitud te llevará a la meditación, y luego te resultará muy fácil meditar porque no tendrás un impulso biológico que te lo impida. Vuestros sacerdotes, monjes y santos no pueden meditar...
          Gandhi nunca entendió lo que era la meditación, y ese fue uno de sus mayores fracasos. No fue capaz de comprender que sólo puedes liberarte de los deseos cuando los vives completamente, hasta el fondo. Todo lo que se queda sin vivir estará interfiriendo...
          Después de haber vivido la sexualidad a fondo y sin miedos, sin represiones, sin sentimientos de culpa, meditar resulta fácil. Mi opinión es que cuando llega ese momento, del mismo modo que el sexo empieza a interesarte a partir de los catorce años, si tienes una vida sexual buena, profunda y sincera -si lo vives religiosamente-, cuando alcances los cuarenta y dos años habrá dejado de interesarte...
          Cuando trasciendas la sexualidad, cuando se disperse en el cielo como el humo y ya no puedes verla, te resultará muy fácil meditar...
          Yo sugiero primero el sexo porque es esencial para tu cuerpo, para tu vida; es el fundamento de la vida. La meditación es la cima más alta, pero la sexualidad es la raíz. Piensa primero en la raíz.
          La meditación es el florecimiento. Las flores aparecen al final, brotan en la copa del árbol; llegarán..."

Osho, Gozar, amar, vivir. No te tomes demasiado en serio.