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Deja a un lado toda la mente. ¡Salta fuera de ella! No hay necesidad de comprender. Lo único necesario es vivir, vivir auténticamente.

     "Dices: "Por favor, explica el gozo y la desdicha, porque siempre que encuentro el amor o la belleza, sólo siento un tremendo dolor, pero no gozo, y no lo comprendo".
     No podrás comprenderlo en absoluto, porque todo tu entendimiento ha sido envenenado. Tendrás que echar a un lado toda la mente. No hay necesidad de comprender. Tienes que entrar en ello con inocencia, no con entendimiento, porque ese entendimiento es de nuevo un tipo de cálculo: ese entendimiento es de nuevo el entendimiento que te ha dado la sociedad. ¡Y ese entendimiento está creando todo el problema!. Tienes que volverte un niño otra vez, inocente.
     Pero quieres comprender. Olvídate de comprender. Comprender es de nuevo un cálculo, astucia.
     He oído que:
     Una pareja de ancianos fue al médico. El hombre dijo: "Queremos saber si hacemos el amor correctamente. ¿Podría mirarnos?".
     "Adelante", dijo el médico. Hicieron el amor.
     "Hacen el amor perfectamente", dijo el médico. "Son diez dólares". Volvieron seis semanas seguidas e hicieron lo mismo. En la séptima visita, el médico dijo: "¿Para qué vienen aquí con esto?  Ya les dije que hacen el amor correctamente".
     "Ella no puede venir a mi casa", dijo el hombre, "y yo no puedo ir a la suya. Un motel cuesta veinte dólares. Usted nos cobra diez dólares y el seguro nos devuelve ocho dólares".
     No seas calculador, no seas astuto con la vida. ¿Qué tipo de amor será ése? Negocio, negocio y negocio... El conocimiento es necesario para los negocios, la inocencia es necesaria para la vida. El conocimiento es esencial en el mercado, pero no es necesario en absoluto cuando te adentras en las desdichas; no puedes saber, sólo puedes ser. Echa a un lado este pensamiento, desecha todo este condicionamiento y empieza a adentrarte. Cuando te sientas alegre, siéntete alegre; ayúdate a ti mismo a sentirte alegre: baila, canta.
     Los viejos hábitos te echarán para atrás; no los escuches. Tendrás que librarte de los viejos hábitos poco a poco. Será una especie de lucha, porque ningún hábito te abandona fácilmente. Pero estos hábitos están en tu contra y en contra de Dios, porque todo lo que está en contra de la alegría está en contra de Dios. Si se puede definir a Dios con una palabra, esa palabra es "gozo" y nada más.
     Suparna, cuando sientas algo hermoso y surja en ti el dolor, ese dolor no está en tu ser, ese dolor está en tu mente: tu ser está tratando de entrar en lo bello, pero tu mente está echándote para atrás. Cuando sientas que surge el amor, que surge el gozo, y también el dolor, elige el gozo. Abandona el dolor, ignóralo. Al ignorarlo morirá. Si sigues prestándole atención, lo alimentarás. La atención es comida. Nunca prestes atención a nada que sea incorrecto; de lo contrario, lo estás ayudando a seguir ahí, lo estás fortaleciendo más y más. Simplemente di: "Muy bien, quédate ahí. No eres más que un residuo de mi pasado. Quédate ahí. Yo voy a seguir, no te voy a escuchar".
     Si escuchas las provocaciones gozosas y vas siempre con ellas, vas en la buena dirección: vas hacia Dios. No prestes oído nunca a nada que te dé culpabilidad, dolor, desdicha: te estás alejando de Dios. Cuando eres infeliz, estás en el infierno, lo más lejos posible de Dios, y cuando estás absolutamente alegre, estás en Dios, estás en el cielo...
     La desdicha es antinatural; el gozo es tu naturaleza. La desdicha te la enseñan otros, el gozo lo da Dios. La desdicha es un condicionamiento; el gozo es tu alma interna, tu esencia. La desdicha es personalidad, tan sólo la estructura en torno a ti; el gozo es tu libertad, no está estructurado...
     No trates de comprender esto en absoluto. Simplemente deja que el dolor esté ahí, acéptalo durante unos días. Y entra en el amor, entra en el amor como loco, y entra en la belleza. Baila alrededor de un árbol... Baila bajo las estrellas. Al principio puede que sientas que tus piernas no se mueven y que tú tienes que moverte; como te has visto forzado a vivir sin bailar durante mucho tiempo, tus piernas han olvidado el lenguaje de la danza. Pero pronto lo aprenderán, porque es un lenguaje natural.
     Tienes que tirar tus muletas. Incluso si a veces te caes, está perfectamente bien, pero tienes que valerte de tus propias piernas. Hay que tirar las muletas de la sociedad, de la religión organizada, de los sacerdotes...
     Nadie quiere ser infeliz y todos lo son. No están siguiendo a la naturaleza. Nadie quiere ser otra cosa que dichoso y nadie es dichoso. Escucha al deseo: el deseo más profundo indica el camino correcto. Tu anhelo es de gozo, de belleza, de algo que te sobrecoja, de algo que te lleve a la otra orilla, de algo que sea tan tremendo e increíble que el pasado y el futuro se desvanezcan y te quedes aquí-ahora...
     Deja a un lado toda la mente. ¡Salta fuera de ella! No hay necesidad de comprender. Lo único necesario es vivir, vivir auténticamente".

Osho, El secreto de los secretos. Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada
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