Mira la vida con ojos juguetones..., ¡es realmente hilarante! No hay nada que juzgar; todo el mundo lo está haciendo lo mejor que puede. Si sientes que alguien te está molestando, es tu problema, no el suyo. Primero corrígete tú mismo.
Pregunta:
A menudo nos dices que no nos
juzguemos ni a nosotros mismos ni a los demás. Soy profesor y en mi trabajo
tengo que juzgar a los alumnos. Estoy preocupado por cómo me las voy a
arreglar para hacer mi trabajo. ¿Ale puedes ayudar?
Respuesta de Osho:
"Cuando digo que no debes juzgar no estoy diciendo que
porque seas el profesor no le puedas decir a un alumno: "La respuesta que has
dado no es correcta".
No es juzgar a la persona, es juzgar el acto. Y no te
estoy diciendo que no juzgues el acto, esto es otro asunto.
Por ejemplo, alguien es un ladrón; puedes juzgar que
robar no está bien. Pero no juzgues a la persona, porque la persona es un vasto
fenómeno y el acto es algo pequeño. El acto es una pequeña pieza.... esa
pequeña pieza no debe convertirse en un juicio acerca de toda la persona. Un
ladrón podría tener grandes virtudes; podría ser honesto, podría ser sincero,
podría ser una persona muy amorosa.
Pero la mayor parte de las veces lo que sucede es
justo lo contrario: la gente empieza a juzgar a la persona en vez de juzgar la
acción. Se deben corregir las acciones, y especialmente en una profesión como
la enseñanza; no puedes dejar que los estudiantes se sigan equivocando. Eso
sería muy cruel, falto de compasión.
Pero no los corrijas de acuerdo a la tradición, a la
convención, de acuerdo a la supuesta moralidad, de acuerdo a tus prejuicios.
Siempre que corrijas a alguien, sé muy meditativo, sé muy silencioso; mira
todo el asunto desde todas las perspectivas. Tal vez estén haciendo lo correcto,
y tu recelo no sea justificado.
Por eso cuando digo: "No juzgues", quiero decir que
ninguna acción te da el derecho de condenar a una persona. Si la acción no es
correcta, ayuda a la persona, averigua por qué la acción no es correcta, pero
no se trata de juzgar. No le arrebates la dignidad a la persona, no la
humilles, no le hagas sentirse culpable; a eso me refiero cuando digo: "No
juzgues".
Pero en lo que se refiere a corregir: sin prejuicios,
silenciosamente en tu conciencia, si ves que algo está mal y que destruirá la
inteligencia de la persona, que le llevará por caminos equivocados en su vida,
ayúdala.
El trabajo de un profesor no es sólo enseñar cosas
inútiles, geografía, historia y todo tipo de bobadas. Su función básica es
inducir a los estudiantes a una mejor conciencia, a una conciencia más elevada.
Ese debería ser tu amor y tu compasión, y, además, debería ser el único valor
con el que juzgar si una acción es correcta o equivocada.
Pero nunca, ni por un momento, dejes que la persona se
sienta que está siendo juzgada. Al contrario, hazle sentir que ha sido amada;
has intentado corregirle por amor.
Un hombre tumbado en la cama de un hospital, saliendo
de la anestesia, se despierta para encontrarse al doctor sentado a su lado:
‑Tengo malas noticias y buenas noticias para ti ‑dice
el doctor‑, ¿qué te gustaría primero, las buenas o las malas?
‑Aaagh ‑gime el hombre‑, dime las malas.
‑Bien ‑dice el doctor‑. Hemos tenido que amputarte las
dos piernas por encima de la rodilla.
‑Aaaagh ‑gime el hombre‑, eso es muy malo.
Después de recuperarse del shock, le pregunta al
doctor por las buenas noticias.
‑Bueno ‑dice el doctor‑, al hombre de la cama de al
lado le gustaría comprarte tus zapatillas.
¡No te lo tomes en serio! No pienses que eres el
profesor y que estás en un trabajo muy serio. Mira la vida con ojos
juguetones..., ¡es realmente hilarante! No hay nada que juzgar; todo el mundo
lo está haciendo lo mejor que puede. Si sientes que alguien te está molestando,
es tu problema, no el suyo. Primero corrígete tú mismo".
OSHO, El libro del niño. Una visión revolucionaria de la educación infantil
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