"Un hombre vino a verme hace unos pocos años. Había estado sufriendo de estreñimiento durante largo tiempo. Era un hombre muy rico y había estado probando toda clase de medicinas; intentó toda clase de curaciones, desde la alopatía a la naturopatía. Hizo de todo... Había viajado por todo el mundo intentando librarse del estreñimiento, pero cuanto más lo intentaba, más se agravaba el estreñimiento.... Vino a verme y me preguntó: -¿Qué puedo hacer? Yo le dije: -El estreñimiento no puede ser más que un síntoma, no puede ser la causa. La causa debe estar en algún lugar de tu inconsciente. Así que le dije que hiciera algo muy simple. Él no podía creérselo. Dijo: - ¿Cómo puede ser posible? ¿Crees tú que hacer esto tan simple me ayudará? ¿Me estás tomando el pelo? Porque he hecho de todo, ¿acaso va ayudarme una cosa tan simple? No me lo puedo creer. Pero yo le dije: -Tú inténtalo. Le dije que hiciera sólo una cosa: recordar continuamente "Yo no soy el cuerpo". Nada más...