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La vida y la muerte son dos aspectos de la existencia que suceden simultáneamente.

“La muerte ya está sucediendo. Tanto si la enfrentas como si no, tanto si la miras como si no, ya está ahí.

Es como respirar. Cuando un niño nace, inhala. Respira por primera vez.

Ese es el comienzo de la vida. Y cuando un día se hace viejo, muere, exhala.

La muerte siempre ocurre con la exhalación y el nacimiento con la inhalación. Pero la exhalación y la inhalación ocurren continuamente. Con cada inhalación se nace; con cada exhalación se muere.

Así que lo primero que hay que entender es que la muerte no está en algún lugar del futuro, esperándote, como siempre se ha imaginado. Es parte de la vida; es un proceso continuo... no en el futuro, aquí, ahora.

La vida y la muerte son dos aspectos de la existencia que suceden simultáneamente.

Normalmente, se te ha enseñado a pensar en la muerte como algo contra la vida. La muerte no está en contra de la vida... la vida no es posible sin la muerte. La muerte es el fundamento mismo de la existencia de la vida. La muerte y la vida son como dos alas: el pájaro no puede volar con una sola ala, y el ser no puede estar sin la muerte. Así que lo primero es una clara comprensión de lo que entendemos por muerte.

La muerte es un proceso absolutamente necesario para que la vida sea. No es el enemigo, es el amigo.

Y no está ahí en algún lugar del futuro, está aquí, ahora. No va a suceder, siempre ha estado sucediendo. Desde que has estado aquí, ha estado contigo. Con cada exhalación ocurre... una pequeña muerte... pero por miedo lo hemos puesto en el futuro....

La segunda cosa que hay que entender sobre la muerte es que la muerte es la única certeza. Todo lo demás es incierto: puede suceder, puede no suceder...

Una vez que esta certeza penetra en tu comprensión, estás relajado. Cuando algo es absolutamente seguro, no hay que preocuparse. La preocupación surge de la incertidumbre...

Una persona que está viviendo realmente no tiene ningún miedo a la muerte. Si vives correctamente has terminado con la muerte, ya estás demasiado agradecido, satisfecho. Pero si no has vivido, entonces la preocupación constante continúa, "No he vivido todavía y la muerte está llegando". Y la muerte lo detendrá todo; con la muerte no habrá futuro". Así que uno se vuelve aprensivo, temeroso, y trata de evitar la muerte.

Al tratar de evitar la muerte, uno sigue perdiendo la vida. Olvídate de esa evasión. Vive la vida.

Al vivir la vida, se evita la muerte. Al vivir la vida, te sientes tan satisfecho que si en este mismo momento la muerte llega y el futuro se detiene, estarás listo. Estarás felizmente preparado.

Has vivido tu vida; te has deleitado en la existencia; la has celebrado; estás contento. No hay quejas, no hay regaños; no tienes ningún rencor. Acoges la muerte con satisfacción. Y a menos que puedas dar la bienvenida a la muerte, una cosa es segura: no has vivido..."

Osho, Ancient Music in the Pines