“Mirando la ira, la ira desaparece. Viendo el odio, el odio desaparece. Si puedes ver cualquier cosa, inmediatamente una nueva dimensión ha penetrado en ella. El observador ha entrado, y el observador es el mayor fenómeno del mundo. Dios viene a través de tu observación, no a través de tus acciones.
Lo que debes hacer o no hacer no es el camino. Sólo observa, estate alerta, y a veces si pierdes el estado de alerta, entonces estate alerta a esta falta de alerta. No crees un problema. A veces fallarás. A veces olvidarás completamente que debes estar alerta. Así que vigila esta falta de alerta. Está bien. Te equivocaste...; no crees un problema al respecto, otra vez vigila. Vigila la ira, a veces te olvidas. Te enfadas, y luego recuerdas, vuelve a mirar.
No crees un problema por no entender, por olvidar de nuevo, por identificarte con la ira. No te sientas miserable, no te compadezcas de ti mismo y no te arrepientas. Cuando has olvidado, has olvidado. Ahora, ten cuidado con este olvido, y recuerda. Porque el único punto es recordar lo que sea que esté sucediendo. La falta de atención está sucediendo... mira. Simplemente sigue mirando, y pronto entenderás una nueva dimensión dentro de ti, y esa dimensión viene a través de la observación. Los problemas empiezan a desaparecer”.
Osho, Returning to the Source