"La miseria se da por sentada; se piensa que es natural...
La sociedad ha penetrado profundamente en tu mente; no es sólo que los demás no crean en tu risa, tú mismo no lo haces. Tu mente es parte de la sociedad; la ha creado. Tus padres, maestros, sacerdotes, todos ellos han creado tu mente. Una mente es algo implantado en ti por la sociedad; pertenece a la sociedad, no a ti. Es la sociedad la que sospecha de tu risa, haciéndote temer que quizás te hayas vuelto loco --porque no hay razón para reír….
La tristeza es la enfermedad, y la aceptas; la risa es la salud, y tienes miedo de aceptarla, sospechas de ella. Esa sospecha no es tuya; esa sospecha pertenece a tu madre, a tu padre, a tus maestros, a tu sacerdote, a la iglesia, y a todo tipo de supuestos líderes.
Si un niño no está cargado con todo este condicionamiento, cuando se ría lo aceptará naturalmente…
Una persona que no puede reír, no puede cantar, no puede bailar, ¿crees que será capaz de amar? Es imposible; su amor será un asunto triste, lleno de lágrimas, sin ninguna alegría...
Los sacerdotes de todas las religiones lo han envenenado todo.
Han envenenado tu amor, han envenenado tu risa.
Han envenenado tu capacidad de regocijarte, de bailar, de cantar….
La iglesia no quiere que seas feliz. La sociedad no quiere que seas feliz. El psicoanalista no quiere que seas feliz. Nadie parece estar interesado en tu felicidad; todos quieren que seas miserable. Debe haber algún interés personal en tu miseria, lo hay: el hombre miserable es fácilmente esclavizado. Ya está destrozado. No le quedan agallas; no puede luchar, no puede rebelarse; no puede ser un revolucionario, no tiene esperanza. No le importa; está en tal miseria, ¿qué más miseria puede ser la esclavitud?...
He estado enseñando a mi gente a ser feliz, a regocijarse, a amar, porque esas son cosas naturales que han sido reprimidas...
Básicamente, mi insistencia es en la totalidad. Hagas lo que hagas, sé total, sé natural, y pronto descubrirás que la risa y la alegría son naturales. A veces puede que te guste bailar sin motivo, sólo porque estás lleno de energía y la energía quiere bailar. Entonces no la impidas, no la reprimas, porque toda energía reprimida se vuelve venenosa. Exprésala, y no te preocupes por el mundo...
Entonces las lágrimas también pueden venir, pero no serán de tristeza; serán de alegría, serán de gratitud, serán de pura felicidad.
Las lágrimas son un lenguaje de cualquier cosa que se desborde.
Si estás tan lleno de tristeza, entonces tus lágrimas son de tristeza.
Si estás tan lleno de alegría, las lágrimas serán de alegría.
No estoy diciendo que impidas las lágrimas; ellas tienen su propia belleza. Pero deben ser de alegría, deben ser de amor, deben salir de tu silencio, de tu paz, de tu corazón, en una tremenda gratitud que la existencia te ha dado vida, te ha dado conciencia, y te ha dado un amigo loco como yo".
Osho, Socrates Poisoned Again After 25 Centuries