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Es bueno aventurarse por los caminos de lo desconocido

"Lo desconocido no puede inspirar ningún miedo. ¿Cómo vas a tener miedo a lo desconocido? No puedes tenerle miedo, pues ni siquiera lo conoces. El miedo no es a lo desconocido, sino a la pérdida de lo conocido. Creemos equivocadamente que es a lo desconocido, pero es siempre a perder lo conocido. Lo conocido es lo conocido: tenemos nuestras comodidades y nuestras seguridades, nuestra implicación en lo conocido y nuestra inversión en lo conocido, y tenemos miedo a perderlo y alejarnos de ello. Ése es el miedo: a perder lo conocido. Lo llamamos miedo a lo desconocido, pero no es correcto.

Lo desconocido sólo puede estimularte, sólo puede desafiarte. Lo desconocido sólo puede provocarte e incitarte a un peregrinaje. Puede provocarte, pero no puede asustarte. Pero siempre está lo conocido, y el miedo aparece cuando te ves obligado a perderlo si quieres aventurarte en lo desconocido. Una vez que entiendes correctamente el problema, estará casi resuelto...

Lo segundo que hay que preguntarse es: ¿qué hay en lo conocido que me da tanto miedo perderlo?, ¿qué me ha dado?, ¿qué me ha hecho? Indaga en ello, pero no encontrarás nada; no te ha dado nada. Entonces, ¿por qué tanto miedo a perder lo que no te ha dado nada? Sólo promesas jamás cumplidas. Va posponiéndolo todo hasta que llega la muerte.

El pasado no te ha dado nada. En realidad, lo mejor es librarse de él. Es bueno aventurarse por los caminos de lo desconocido, pues lo conocido es conocido. Aunque te haya dado algo y te aferres a ello, sólo será una repetición, y la repetición nunca deja satisfecho. Cada vez que lo repites te da menos y menos y menos.

Una vez que hayas comprendido que toda la felicidad tiene su origen en lo desconocido, ¿cómo vas a tenerle miedo? ¡Estarás encantado con ello! Buscarás continuamente lo desconocido y dejarás de lado lo conocido".

Osho, El ABC de la iluminación