Olvídate de la seriedad. Tómate la vida como algo divertido, tómate la vida como un juego. Disfrútala, vale la pena.
"Me preguntas: ¿Es posible vivir religiosamente y seguir en el camino de la iluminación... cuando vives en un país como Estados Unidos y estás involucrado en un negocio competitivo?
Ser religioso no quiere decir renunciar. Simplemente quiere decir ver de qué se trata. Si puedes ver que la competición es un juego, no hay problema. No te lo tomes en serio. La seriedad es el problema, ¡la competición no es el problema en absoluto! Entonces es un juego. Disfruta de él pero ten presente que es un juego. Y tengas éxito o fracases no existe tanta diferencia; no importa, es irrelevante. Todo lo que importa es que hayas disfrutado del juego, que te hayas divertido. Ambos, perdedor y ganador, disfrutaron del juego. Se necesita un poco de espíritu deportivo, eso es todo.
Cuando juegas a las cartas lo que importa no es que ganes, sino que pases un buen rato. Lo que importa es divertirse, los matices del juego, las estrategias del juego; eso es lo importante. Alguien va a ganar, alguien va a perder; no se trata de eso en absoluto; esa no es la meta.
Si puedes vivir en el mundo y participar como si fuera un juego, si puedes vivir todas tus relaciones y recordar que el mundo es un gran drama..., entonces no hay problema. Entonces estás simplemente representando un papel pero no te creará ninguna preocupación, no te supondrá ningún esfuerzo ni tensión. Participarás en el juego, y al atardecer, cuando vuelvas a casa, te olvidarás de él completamente...
Mi sugerencia es: olvídate de la seriedad. Tómate la vida como algo divertido, tómate la vida como un juego. Disfrútala, vale la pena. Es un juego hermoso, es una gran oportunidad para aprender, para ver, para entender. Pero no te lo tomes en serio.
La vida no tiene un propósito. No está yendo a ningún lugar, no tiene un objetivo. ¡El viaje es la meta!. Esto es lo que quiero que aprendan mis sannyasins: el viaje es en sí mismo la meta. Camina alegremente, lúdicamente, y entonces todo lo que haces será meditación. Cualquier acto hecho lúdicamente se vuelve meditativo. La meditación es una cualidad que surge naturalmente cuando estás disfrutando, sin ponerte serio. Sí, jugar a cartas puede ser meditativo, el juego y los negocios también pueden serlo. Cualquier cosa se puede transformar en meditación. Lo único que hace falta añadir es un sentimiento lúdico y no serio. Entonces no te crea ninguna tensión, no te produce ningún estrés. Permaneces relajado. Aprende cómo estar relajado y Wall Street puede ser tan bueno como cualquier cueva de los Himalayas".
Osho, La sabiduría de las arenas. Charlas sobre sufismo
http://osho-maestro.blogspot.com/
Ser religioso no quiere decir renunciar. Simplemente quiere decir ver de qué se trata. Si puedes ver que la competición es un juego, no hay problema. No te lo tomes en serio. La seriedad es el problema, ¡la competición no es el problema en absoluto! Entonces es un juego. Disfruta de él pero ten presente que es un juego. Y tengas éxito o fracases no existe tanta diferencia; no importa, es irrelevante. Todo lo que importa es que hayas disfrutado del juego, que te hayas divertido. Ambos, perdedor y ganador, disfrutaron del juego. Se necesita un poco de espíritu deportivo, eso es todo.
Cuando juegas a las cartas lo que importa no es que ganes, sino que pases un buen rato. Lo que importa es divertirse, los matices del juego, las estrategias del juego; eso es lo importante. Alguien va a ganar, alguien va a perder; no se trata de eso en absoluto; esa no es la meta.
Si puedes vivir en el mundo y participar como si fuera un juego, si puedes vivir todas tus relaciones y recordar que el mundo es un gran drama..., entonces no hay problema. Entonces estás simplemente representando un papel pero no te creará ninguna preocupación, no te supondrá ningún esfuerzo ni tensión. Participarás en el juego, y al atardecer, cuando vuelvas a casa, te olvidarás de él completamente...
Mi sugerencia es: olvídate de la seriedad. Tómate la vida como algo divertido, tómate la vida como un juego. Disfrútala, vale la pena. Es un juego hermoso, es una gran oportunidad para aprender, para ver, para entender. Pero no te lo tomes en serio.
La vida no tiene un propósito. No está yendo a ningún lugar, no tiene un objetivo. ¡El viaje es la meta!. Esto es lo que quiero que aprendan mis sannyasins: el viaje es en sí mismo la meta. Camina alegremente, lúdicamente, y entonces todo lo que haces será meditación. Cualquier acto hecho lúdicamente se vuelve meditativo. La meditación es una cualidad que surge naturalmente cuando estás disfrutando, sin ponerte serio. Sí, jugar a cartas puede ser meditativo, el juego y los negocios también pueden serlo. Cualquier cosa se puede transformar en meditación. Lo único que hace falta añadir es un sentimiento lúdico y no serio. Entonces no te crea ninguna tensión, no te produce ningún estrés. Permaneces relajado. Aprende cómo estar relajado y Wall Street puede ser tan bueno como cualquier cueva de los Himalayas".
Osho, La sabiduría de las arenas. Charlas sobre sufismo
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