En el grupo me asaltaba el miedo y luego desaparecía, como una estrella fugaz.
"Mmm, todo viene y va. No somos más que los testigos, y en realidad no te ocurre nada. Permaneces intacto.
Es como un pájaro que entrara en una habitación. Vuela por la habitación, asustado, y después se va por la ventana. Un ligero revoloteo y luego se va. Tu mente es exactamente igual, una pequeña ventana por la que los pensamientos y las emociones pueden entrar y salir. Si tú permaneces siendo simplemente el observador, sin hacer nada, se marchan.
¿Has intentado alguna vez ayudar a salir a un pájaro que haya entrado en tu habitación? Lo único que consigues es que se confunda más. Puede que se asuste tanto que se golpee y resulte herido. Nunca intentes ayudar a un pájaro que haya entrado en una habitación. Siéntate tranquilamente y se irá por sí solo. No le hace falta tu compasión, puede ser peligrosa, mortal, ¿de acuerdo?
Así que no hagas nada con lo que ocurre en la mente, limítate a contemplarlo, pero no le des mucha importancia, sólo contempla totalmente relajado porque no hay nada que hacer, así que, ¿para qué preocuparse?".
Osho, Cara a cara con Osho. El martillo en la roca