"Vida" no es un sustantivo, recuerden; tampoco la "muerte" es un sustantivo. "Vida" y "muerte" son ambos verbos. "Existencia" es un verbo, no es un sustantivo. La vida es un proceso, la muerte es un proceso. ¿Y quién está siendo procesado? ¿Quién se mueve en este carro de dos ruedas? ¿Quién es el peregrino? ¿Quién es el que sigue viajando a través de muchas formas? Esa mente esencial, esa no-mente, esa cualidad de espejo, ese testimonio tiene que ser encontrado en todos los caminos y a través de todas las posibilidades. Cada movimiento en la vida tiene que ser dedicado a esa investigación, a esa búsqueda, sólo entonces uno regresa a casa. Y sin volver a casa, permanecerás descontento. Puedes tener mucho dinero, puedes tener mucho poder, pero seguirás sin poder, y seguirás siendo un mendigo.
El día que llegues a esta originalidad de tu ser, a este Hombre sin Título, este anciano, el Eterno, ese día te convertirás en un emperador. Ese día TODO es una bendición. Ese día no falta nada. Y ese día también te reirás mucho, porque verás que ese día no faltaba nada, sólo te enredaste en reflexiones. Te enredaste con los invitados y perdiste la pista del anfitrión. ¡Sé el anfitrión!”.
Osho, Zen The Path of Paradox, Vol. 3