No tengo ninguna enseñanza, pero tengo un gran fuego en mi corazón, y quienquiera que se acerque a mí se convierte en fuego.
“No tengo ninguna enseñanza. Mi vida es la de un rebelde. No
tengo una doctrina, una filosofía, una teología que enseñar. Sólo tengo mi
propia experiencia de rebelión para compartir, para infectarte con rebeldía. Y
cuando seas rebelde, no serás una copia mía; serás un fenómeno único en sí mismo…
No tengo ninguna doctrina, ninguna disciplina para darte. Todo mi
esfuerzo es despertarte. No es una enseñanza -es sólo agua fría arrojada en tus ojos. Y cuando
te despiertes no encontrarás que eres como yo -una copia de mí. Serás tú mismo -ni cristiano, ni hindú, ni mahometano ... una
flor única. No hay dos personas por igual -¿cómo puede haber tantos cristianos? ¿Cómo
puede haber tantos budistas? Y toda la
historia es una prueba de lo que estoy diciendo…
No tengo una enseñanza.
Pero todo lo que he experimentado, es un fenómeno vivo que
comparto contigo -no palabras, no
teorías, no hipótesis. Puedo darte tanta intimidad como necesites; al igual que cuando llevas una vela apagada
cerca de una vela que está ardiendo hay un punto donde de repente el fuego
salta de la vela encendida a la vela apagada. La vela encendida no pierde nada,
y no ha habido transferencia de ninguna enseñanza, sino una transferencia de
fuego. Me gustaría decir que no tengo ninguna enseñanza, pero tengo
un gran fuego en mi corazón, y quienquiera que se acerque a mí se convierte en
fuego”.
Osho, El espíritu
rebelde