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El amor y la meditación siempre han estado separados por las llamadas religiones; no sólo separados y divididos, sino casi enfrentados uno contra el otro.

"El amor y la meditación siempre han estado separados por las llamadas religiones; no sólo separados y divididos, sino casi enfrentados uno contra el otro. Durante siglos, las religiones le han enseñado a la gente: «Si amas, perderás la meditación, así que deshazte de todas las relaciones amorosas. Múdate a un monasterio, permanece soltero, vuélvete monje». La palabra monje significa vivir solo; en sí misma, la palabra monje significa alguien que vive solo, sin relacionarse con nadie. De la misma raíz vienen palabras como monopolio, monotonía, monogamia. «Vuélvete monje o monja. Evita el amor, escapa del amor, sólo entonces alcanzarás la meditación». Esto se ha enseñado durante siglos. O, si quieres moverte a la dimensión del amor, entonces olvida todo lo relacionado con la meditación.

Así, la gente religiosa ha dividido al mundo; han creado una especie de esquizofrenia. Y el problema es que el hombre necesita ambos y no puede contentarse con uno. Es imposible contentarse con uno. Hay una cierta necesidad de amor y también una cierta necesidad de meditación".

Osho, Lo primero de la mañana