“A menos que seamos una bendición para la existencia, no podemos ser bendecidos. Tenemos que merecerlo, tenemos que ser dignos de ello, y la única forma de merecerlo es perderse en el amor por la existencia.
La religión no es más que una relación de amor con la existencia. No es un ritual; no tiene nada que ver con iglesias ni templos ni mezquitas ni con los Vedas, el Corán o la Biblia. Tiene un significado totalmente distinto: te casas con la existencia. Te enamoras de las estrellas y los árboles y las montañas y las nubes porque son distintos espacios de la existencia. Te enamoras de la gente y de los animales; simplemente te enamoras de todo lo que es. Si eso es posible, suceden grandes bendiciones, un gran baño de gozo del más allá: te bañas en dicha”.
Osho, Lo primero de la mañana