"No se trata de ser afectuoso sólo con los seres humanos, sino de amar en general.
Decir que una persona debería amar a su madre es un error. Si una mujer le pide a su hijo que la quiera simplemente porque es su madre, no le está enseñando lo que debe. Un amor que ha de tener una razón, con un "por tanto" y un "por consiguiente" es falso. Pedir que te quieran porque eres el padre o la madre no es una buena enseñanza, sino aportar una razón para amar.
El amor no atiende a razones; el amor nunca depende de una razón. Si una mujer le dice a su hijo: "He cuidado de ti mucho tiempo. Te he criado; por tanto, quiéreme", está dando una razón para amar y supone el fin del amor. Obligado, el hijo quizá simule con desgana que la ama porque es su madre.
La enseñanza del amor no implica dar razones para amar; sólo significa crear un entorno, una oportunidad en la que el niño pueda amar.
Una mujer que le dice a su hijo: "Quiéreme porque soy tu madre", no enseña a amar a su hijo. Debería decir lo siguiente: "Es importante para tu vida, para tu futuro, para tu felicidad, que seas afectuoso con quien o con lo que se ponga en tu camino, ya sea una piedra, una flor, un ser humano, un animal. No se trata de dar amor al animal, la flor, la madre o a otra persona, sino de ser afectuoso. Tu futuro depende de lo afectuoso que seas. La posibilidad de que seas feliz en la vida depende de cuánto amor lleves en ti"...
Amar debería convertirse en vuestra forma de ser, independientemente de "a quién" ames. Pero todo amante quiere que el amado sólo le ame a él y a nadie más. No sabe que, a menos que puedas amar a todo el mundo, no puedes amar a nadie. La esposa dice que su esposo sólo debería amarla a ella y no sentir amor hacia nadie más, que la corriente de su amor sólo debería fluir hacia ella. Pero no se da cuenta de que semejante amor es falso, y que ella es la causante de que sea falso. ¿Cómo puede amar a su esposa un hombre que no rebose amor por todos los demás?.
Amar está en la naturaleza de nuestra vida, veinticuatro horas al día. No se puede rebosar de amor por alguien y no sentir amor alguno por otros. Pero hasta ahora, no hemos sabido comprender esta sencilla verdad. El padre le pide al hijo que le ame pero ¿y el viejo criado de la casa?. Con él no hace falta, es sólo un criado. Pero ese viejo criado también es padre de alguien... Y cuando el hombre le dice a su hijo que no hace falta amar al criado, no se da cuenta de que mañana, si no hoy, cuando también él se haga viejo, se quejará de que su hijo no le ama. Su hijo podría ser una persona amorosa si le hubieran enseñado a serlo con todo y con todos...
El potencial para amar debería crecer en vuestro interior: amor a las plantas, a los animales, a los seres humanos, a los desconocidos, a quienes quizá estén lejos de vosotros, a la luna y las estrellas. El amor debería crecer".
Osho, El libro del sexo. Del sexo a la superconsciencia
http://osho-maestro.blogspot.com/
Decir que una persona debería amar a su madre es un error. Si una mujer le pide a su hijo que la quiera simplemente porque es su madre, no le está enseñando lo que debe. Un amor que ha de tener una razón, con un "por tanto" y un "por consiguiente" es falso. Pedir que te quieran porque eres el padre o la madre no es una buena enseñanza, sino aportar una razón para amar.
El amor no atiende a razones; el amor nunca depende de una razón. Si una mujer le dice a su hijo: "He cuidado de ti mucho tiempo. Te he criado; por tanto, quiéreme", está dando una razón para amar y supone el fin del amor. Obligado, el hijo quizá simule con desgana que la ama porque es su madre.
La enseñanza del amor no implica dar razones para amar; sólo significa crear un entorno, una oportunidad en la que el niño pueda amar.
Una mujer que le dice a su hijo: "Quiéreme porque soy tu madre", no enseña a amar a su hijo. Debería decir lo siguiente: "Es importante para tu vida, para tu futuro, para tu felicidad, que seas afectuoso con quien o con lo que se ponga en tu camino, ya sea una piedra, una flor, un ser humano, un animal. No se trata de dar amor al animal, la flor, la madre o a otra persona, sino de ser afectuoso. Tu futuro depende de lo afectuoso que seas. La posibilidad de que seas feliz en la vida depende de cuánto amor lleves en ti"...
Amar debería convertirse en vuestra forma de ser, independientemente de "a quién" ames. Pero todo amante quiere que el amado sólo le ame a él y a nadie más. No sabe que, a menos que puedas amar a todo el mundo, no puedes amar a nadie. La esposa dice que su esposo sólo debería amarla a ella y no sentir amor hacia nadie más, que la corriente de su amor sólo debería fluir hacia ella. Pero no se da cuenta de que semejante amor es falso, y que ella es la causante de que sea falso. ¿Cómo puede amar a su esposa un hombre que no rebose amor por todos los demás?.
Amar está en la naturaleza de nuestra vida, veinticuatro horas al día. No se puede rebosar de amor por alguien y no sentir amor alguno por otros. Pero hasta ahora, no hemos sabido comprender esta sencilla verdad. El padre le pide al hijo que le ame pero ¿y el viejo criado de la casa?. Con él no hace falta, es sólo un criado. Pero ese viejo criado también es padre de alguien... Y cuando el hombre le dice a su hijo que no hace falta amar al criado, no se da cuenta de que mañana, si no hoy, cuando también él se haga viejo, se quejará de que su hijo no le ama. Su hijo podría ser una persona amorosa si le hubieran enseñado a serlo con todo y con todos...
El potencial para amar debería crecer en vuestro interior: amor a las plantas, a los animales, a los seres humanos, a los desconocidos, a quienes quizá estén lejos de vosotros, a la luna y las estrellas. El amor debería crecer".
Osho, El libro del sexo. Del sexo a la superconsciencia
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