Mi intención es darte gozo, gusto de vivir, valor para ser aventurero, para moverte sin miedo y explorar todas las posibilidades que la vida pone a tu disposición, sin miedo a expandirte y ser abierto y vulnerable.
“Si miras a tu alrededor y ves las llamadas vidas religiosas, una cosa es segura: toda religión ha sido destructiva. Ha sido un obstáculo para la gente, la ha obstruido, la ha vuelto tan temerosa de todo que los pequeños gozos de la vida —incluso tomar el té— se convierten en pecado. Beber agua de noche se convierte en pecado. Una vez que empiezas a convertir todo en pecado, ya no puedes vivir, sólo te arrastras.
Mi enfoque es totalmente diferente. Son errores, pero no son pecados en absoluto. Hay errores, pero no pecados. Y uno puede cometer errores porque sólo así se aprende. Sólo tenemos que recordar una cosa: no cometas el mismo error una y otra vez, porque es estúpido. Debes explorar la vida, y al explorarla, a veces te descarriarás. Si te da mucho miedo descarriarte, no podrás explorar. Entonces toda la aventura de la vida estará pulverizada, muerta, destruida. Y eso es lo que ha hecho la llamada gente religiosa: han hecho a la religión demasiado seria, demasiado sombría, le han puesto una cara larga a la religión.
Mi intención es darte gozo, gusto de vivir, valor para ser aventurero, para moverte sin miedo y explorar todas las posibilidades que la vida pone a tu disposición, sin miedo a expandirte y ser abierto y vulnerable. Como Dios es nuestro juez, no debemos tener miedo. Finalmente, el día del juicio, cuando veas a Dios, podrás decirle: «Sí, he estado bebiendo… Por favor perdóname. También he probado otras cosas». Y creo que él entenderá. ¡No te preocupes!”.
