Ir al contenido principal

Todos nos enseñan cómo activar la mente y nadie nos dice cómo apagarla. Mi trabajo es enseñarte a apagarla. Es buena cuando se necesita —úsala— pero cuando no se necesita, apágala y cae en silencio profundo.

“Continuamente estamos pensando, 24 horas al día, día tras día. Es un estado muy demente. La mente va fabricando todo tipo de deseos y sueños y nosotros seguimos nublados por esos deseos y pensamientos. No hay ninguna otra barrera entre nosotros y la verdad excepto esos pensamientos continuos. El pensamiento tiene que parar, y puede parar porque no es un estado natural en absoluto; es un estado antinatural y enfermo. Se nos ha enseñado a ser así. Nuestros colegios, nuestras escuelas, universidades, todos nos enseñan cómo pensar, todos nos enseñan cómo activar la mente y nadie nos dice cómo apagarla.


Mi trabajo es enseñarte a apagarla. Es buena cuando se necesita —úsala— pero cuando no se necesita, apágala y cae en silencio profundo. Sólo en esos espacios silenciosos te visita la divinidad, y sólo en esos espacios silenciosos te vuelves consciente del enorme esplendor de la existencia. La vida de pronto se vuelve tan significativa, tan importante, que no podrías haberla imaginado antes. Cada momento se vuelve tan precioso que uno no puede agradecerle lo suficiente a la existencia”.


Osho, Lo primero de la mañana

https://osho-maestro.blogspot.com/