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Da sin reservas todo lo que puedas... Como los pájaros en la mañana: no les importa si alguien los oye o no, no les importa la audiencia, no cantan para obtener nada a cambio. Simplemente cantan por alegría.

“Si puedes cantar un poco, si puedes compartir un poco tu alegría, si puedes expresar tu ser un poco, es suficiente; de hecho, es más que suficiente.


Somos muy miserables, no compartimos. Ésta es la mayor calamidad que le podía haber sucedido a cualquier hombre, y le sucedió a la humanidad entera. Estamos educados de tal manera que nos volvemos miserables. Incluso si damos, damos de muy mala gana, y cuando damos, damos sólo en términos de negocios. Eso no es compartir. Sólo damos para obtener más, siempre es una negociación. No es dar de verdad.


Dar de verdad es el puro gusto de dar, sin motivación alguna; no como medio, sino como fin. Entonces la vida se vuelve una canción. Si puedes amar sin razón alguna, si puedes ser amigable incluso con extraños… Y todos son extraños. Puedes haber vivido con una persona durante diez años, y aun así, son dos extraños los que han vivido juntos diez años, eso es todo. La extrañeza nunca desaparece; no hay forma de destruirla. Y es buena porque le da individualidad a cada persona, le da singularidad, imprevisibilidad. Da sin reservas todo lo que puedas. A eso me refiero con una cancioncita. No te la guardes, exprésala. Como los pájaros en la mañana: no les importa si alguien los oye o no, no les importa la audiencia, no cantan para obtener nada a cambio. Simplemente cantan por alegría. El sol ha salido, la mañana ha regresado, la noche terminó y son todo canto, todo danza.


Ésa es la verdadera forma de vivir: cada momento como un regocijo de vida, y compartiéndolo con lo que sea que te encuentres; con un árbol, con un animal, con una piedra. Comparte”.


Osho, Lo primero de la mañana

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