“Todo el mundo es Dios. Nadie puede ser nada más porque sólo Dios existe: Dios es sinónimo de existencia. Ser significa ser un Dios. Pero no lo recordamos, lo ignoramos por completo. Así que la cuestión no es cómo alcanzar la divinidad, la cuestión es cómo recordarla. Es un lenguaje olvidado.
Mi intención es ayudarte a recordar algo que ya está ahí. No se tiene que alcanzar nada. Sólo tienes que descubrirte a ti mismo, descubre quién eres, y sabrás que eres Dios.
Y cuando sepas que eres Dios, toda la existencia se volverá divina, entonces todos serán Dios. Y cuando toda la existencia te parezca divina, será un gozo inmenso. Estarás rodeado de divinidad. Naturalmente, el gran regocijo surgirá en tu corazón”.
Osho, Lo último de la noche