“La clave de todos estos ciento doce métodos es el testimonio --en diferentes formas, en diferentes estrategias-- pero el núcleo más profundo es el testimonio, la consciencia, la vigilancia. Puedes llamarlo de cualquier manera, pero será otra forma de testificar.
Con el testimonio, puedes dar un salto cuántico. Puedes moverte de tu sueño --no el ordinario, sino el sueño espiritual-- y puedes despertar. No el despertar ordinario que has hecho cada mañana, sino el despertar real, que te lleva a la más alta realización en la vida --de ti mismo, y del todo, y que eres parte de él; que el todo eres tú y que tú eres el todo. No hay ninguna distinción.
La física ha dado las palabras "salto cuántico". Ningún pensador espiritual, filósofo, ha tratado de pensar en un paralelo para el crecimiento espiritual. Eso muestra la pobreza de sus llamados pensadores espirituales, teólogos.
Pero de hecho, la meditación es el camino que puede traer un repentino estallido en tu ser. Y no sólo eso, puede iniciar una reacción en cadena. Uno se enciende y de repente personas del mismo tipo, que ni siquiera han intentado la meditación, que ni siquiera son buscadores, que nunca han pensado en nada espiritual, contraen la infección --es contagiosa.
Así que unas pocas personas alrededor de la tierra consiguen el salto cuántico, y luego miles más se convertirán en parte de un incendio mundial. Y esa es la única manera de salvar lo que millones de años de evolución nos ha traído…
El futuro está en peligro si el hombre no entiende los métodos que pueden traerle una rápida transformación. No tenemos tiempo para la evolución. No tenemos tiempo ni siquiera para la revolución. Sólo un salto cuántico puede salvar a la humanidad y al universo.
Y creo que a medida que la presión de la muerte, la destructividad, la guerra nuclear, se haga más y más pesada, el salto cuántico también se hará más y más posible, porque será la única forma de salir de un suicidio global”.
Osho, The Transmission of the Lamp